Se había hecho tarde. El reloj sobre la puerta de entrada indicaba las 10:30pm, la gente había dejado de venir y ya habíamos dado vuelta al cartel de bienvenida, dando por hecho que simplemente tendríamos abierto para poder organizar y limpiar.
Mi madre se había marchado hacía unas horas, me dejó de encargo cerrar la cafetería. Las maquinas estaban vacías y limpias, solo quedaba un vaso de café con chocolate qué me preparé antes, y un sándwich qué me preparó mi madre apenas se enteró qué no había comido nada.
Una de las cosas que tenía que hacer durante la "rutina nocturna" era revisar qué todos abandonaran la cafetería, así que simplemente lo dejó por ultima, cuando ya dejé todo limpio.
Ahora estaba en el baño, revisando si el personal de limpieza lo organizó todo bien. Aprovechando me quité finalmente el cubrebocas qué llevaba puesto y también los anteojos.—Me duele hasta la cabeza... —habló para si mismo, recargándose en el lavamanos.
Soltó un suspiro y guardó en su delantal los anteojos, al igual que el cubrebocas, girándose para poder verse en el espejo, notando su entrecejo ligeramente fruncido, pensando de nuevo en lo caotico que había sido su día.
—Mh..aun debo solucionar el problema de la sudadera del pendejo ese, todo por que se cree "Miss Universo" y camina ocupando medio pasillo.
Se quejó, tirándose un poco de agua en el rostro. Y de inmediato llegó el golpe de realidad qué necesitaba para poder darse cuenta que ni siquiera lo había visto por el resto de la noche.
Y sin más, dejó lo que estaba haciendo, saliendo lo más rápido posible del baño para buscarlo por todos lados.— Si ese pendejo está aquí me voy a matar antes de que el lo haga—pensaba, paseando su mirada por el lugar.
Cuando recordó qué lo había visto por ultima vez en el segundo piso, subió las escaleras rápidamente, casi saltándose algunos escalones. Al llegar, caminó con sigilo, buscando entre los pasillos y las mesas, sintiendo su cuerpo tensarse.
—¿Hay alguien aquí? —preguntó sin obtener respuesta. —¿Hola? —continuó.
Y finalmente, pudo notar a alguien recostado en una mesa, la luz tenue no le permitía ver de quien se trataba, pero aun así no pudo evitar sonreír.
ESTÁS LEYENDO
Coffee with chocolate | Spiderbear
Romanceⓘ Historia +18 contenido obsceno, palabras vulgares, parejas homosexuales y contenido sexual.ⓘ -Roier, ¿recuerdas cómo nos conocimos? -¿Debía olvidarlo? -Jamás lo harías. -Tienes razón. Nadie me advirtió que el café era una adicción muy fuerte...