ESTOY SOLO

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Los humanos que han entrado y salido de un estado de coma, describen este como momentos de lucidez, sueños y pesadillas entremezclados entre sí. ¿Él? ¿Un ser artificial en estado de suspensión? Oscuridad.

De ahí qué, cuando fue activado nuevamente, el primer sentido que percibió fue la audición. Un sonido metálico envolvía todo su entorno.

El segundo fue el tacto. El líquido que lo rodeaba abandonaba su pelaje, dejándolo mojado y frío mientras era elevado en una especie de plataforma.

Finalmente, obtuvo la vista. Sus ojos se abrieron a las paredes de acero y los monitores parpadeantes, asimilando rápidamente que se encontraba en un laboratorio.

Vio al hombre que estaba debajo de él, similar a su creador, pero en una versión un poco más joven. Parecía sorprendido al verlo.

"¿Así que tú eres el arma militar de mi abuelo que el gobierno ha mantenido en alto secreto? No pareces más que un erizo." Dijo, más el aludido no reaccionó. Su mente ya estaba siendo invadida por sus últimos recuerdos:

"¡Maria!" golpeó el cristal con urgencia viendo cómo la chica se apoyaba en los controles de evacuación con una sonrisa triste.

"Shadow, haz esto por mí, por toda la gente del planeta..."

Bajó la palanca, el tubo empezó a descender en lo que se sintió como una eternidad.

"¡María!" llamó Sonic cerca de él, corriendo hacia su amiga, cuando otra bala fue disparada.

¿Por qué?

¿Por qué los atacaban? ¿Por qué hacían esto? ¿Por qué todo tenía que terminar así? ¿Por qué no podía hacer nada para evitarlo?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

"...lo siento, fui muy lento" fue lo único que logró escuchar de los labios del erizo azul, viendo cómo su espalda se teñía de rojo.

"¡Sonic!" gritó con pánico, pero ya era tarde, el tubo ya se encontraba descendiendo por el espacio. "¡No!"

Las alarmas de la base lo trajeron de vuelta al presente. El hombre lo seguía mirando con duda, esperando una respuesta, pero su mente ya estaba pensando en otra cosa:

El cañón eclipse.

El nombre de aquella arma que el profesor le mencionó una vez. Esencial para llevar a cabo su promesa, aquella venganza que empezaría desde ahora.

Por María, por Sonic y por Gerald.

"Me llamo Shadow," se presentó con aparente tranquilidad. "En agradecimiento a tu bondad por liberarme, mi amo... te concederé un deseo."

El sistema de defensa automático se activó con la aparición de un robot enorme frente a ellos. Shadow reconoció el logo de G.U.N en el costado tan pronto lo vio.

Su sangre se sintió caliente, en un claro sentimiento: ira.

"Contempla mi poder," murmuró, levantando su mano y, con un chaos spear, destruyó la máquina provocando una gran explosión.

El hombre quedó asombrado, mirando con cuidado al erizo que ya se encontraba caminando hacia él.

"¿A qué te refieres con que me concederías un deseo?" Quiso saber.

Shadow lo miró desde unos pasos de distancia. "Trae las esmeraldas del caos. Te estaré esperando en la sala de control central de la colonia espacial Ark."

Y con eso, se marchó. Mientras más estuvieran buscando esas joyas, más rápido conseguiría acabar con todo.

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PROYECTO: LIFEFORMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora