Hace unos años atrás ....
Se sentía cálido, desde la punta de los dedos de los pies hasta la cabeza. La sensación era reconfortante para el joven erizo azul que recién adquiría consciencia de su propio cuerpo.
Abrió los ojos por primera vez, encontrándose con las miradas expectantes de varios hombres, esperando algo que el pequeño no sabía qué era.
Uno de los presentes se acercó luciendo una sonrisa tranquila. Sus lentes oscuros no permitían ver sus ojos; no parecía una mala persona.
"Hola muchacho, un placer. Soy Gerald Robornik," se presentó, manteniendo la distancia, precavido. "Me gustaría saber qué tan precisos son los datos que insertamos en ti. ¿Me dirías tu nombre para probar?"
Una petición inusual para los seres vivientes, pero para él, se sintió natural poder responder sin titubear:
"Soy Sonic."
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Adaptarse a saber quién era fue más fácil de lo que uno pensaría. Debido a la información ya almacenada en su cerebro, no era ajeno a la situación en la que se encontraba, menos necesitaba que lo trataran como un bebé para aprender las cosas simples.
Por eso era divertido cuando una situación nueva se le presentaba, experimentándola por primera vez, viviéndola. Lo malo era que los científicos que lo cuidaban solo le enseñaban cosas de forma paulatina. El resto del tiempo, se quedaba encerrado en esa habitación de cuatro paredes sin nada que hacer en todo el día.
Aburrido.
Miraba la puerta por donde entraban y salían. Con los días, el deseo de conocer más allá de esa habitación se volvió cada vez más y más fuerte, como una llama que crecía en su interior alimentada por la monotonía y el silencio. El click de la cerradura siempre aceleraba su corazón, como si se tratase del disparo de una pistola que marcaba el inicio a una competición.
Hasta que una noche, él quiso participar en ella, y lo hizo.
Tenía la velocidad suficiente como para correr más rápido de lo que el último científico cerraba la puerta antes de irse. Así que tan solo en un pestañeo, ya se encontraba recorriendo los pasillos del ark con inmensa felicidad, mirando cada nueva pared con toda la ilusión, escuchando el sonido irritante que se presentó al mismo tiempo que todo se iluminaba en rojo; unas alarmas que seguramente avisaban de su escape.
Sonrió más emocionado sabiendo que ahora estarían buscándolo. ¡Como si pudieran atraparlo!
Desvió su rumbo a la primera habitación que se presentó a la izquierda, escondiéndose detrás de la puerta. Escuchó el sonido de los pasos apresurados pasar de largo en el pasillo, provocándole una enorme sonrisa cuando el silencio se hizo presente. Su corazón acelerado por la adrenalina se sentía demasiado bien.
"Sonic uno, investigadores cero," se rió en voz baja, saliendo de su escondite para ver la sala en la que estaba.
Era una habitación mucho más grande que sus cuatro paredes, aunque también estaba más vacía. Los grandes ventanales tenían vista al espacio, acercándose con curiosidad, notando como su propia imagen se proyectaba en ellos: azul de piel melocotón con ojos verdes. Era la primera vez que veía su reflejo.
Nada mal.
Sonrió animado, acercándose más al ventanal para contemplar el espacio y las estrellas, viendo el planeta Tierra debajo de él con el sol iluminándolo. Hermoso... extenso... ¿Habría más espacio donde correr? ¿Qué era todo ese verde y azul? ¿Cómo se vería el espacio desde ahí? ¿El sol?
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PROYECTO: LIFEFORM
AdventureNos aventuramos a los hechos del Sonic adventure 2, solo que la situación es...diferente, muy diferente. "¡María!" Exclamó Shadow golpeando el vidrio de la cápsula sin éxito "¡Sonic!" Porque sí, la forma de vida definitiva eran dos erizos creados en...