La luz del sol lo despertaría. Por fin, después de tantos meses sin hablar con el rey Unbirse, Jitare podría preguntarle todo lo que tenía en mente. Se preparó y partió hacia el castillo del rey. Era bastante temprano y hacía bastante viento. Jitare llevaba en su bolsillo la hoja de plata que le pertenecía, como si fuera su amuleto y su recordatorio de haber sobrevivido. Al llegar al castillo, tocó el gran portón. En un par de segundos se abriría, pero quien atendía no era el rey; un sujeto de traje elegante, cabello de un azul oscuro y ojos café sería quien lo atendería.
-Emmm... hola.
Dijo Jitare sin saber que decir ante la sorpresa. El sujeto respondió.
-Hola, tú debes ser Jitare. ¿verdad?
-Sí, estoy buscando al rey Unbirse.
-Sí, él está preparándose, aunque no esperaba que fueras tú quien llegara aquí; el rey saldría a por ti.
-Rayos, lo había olvidado.
-No hay problema, permíteme presentarme. Soy Gadah, mayordomo del rey y regente en su ausencia.
Jitare rascó la cabeza, algo confundido.
-Entonces... si el rey no está, ¿usted toma su lugar en el trono?
-Correcto. El rey Unbirse es un hombre muy ocupado y no puede estar a cargo del planeta al completo.
La conversación se vio interrumpida por la llegada del rey, siempre imponente con su chaqueta gabardina, camisa negra y botas largas, y, cómo no, sus lentes oscuros por alguna extraña razón.
- Jitare, no esperaba que llegaras aquí; ya me preparaba para ir a recogerte. No importa, espero que estés listo. Hoy será un día largo, y supongo que tienes muchas preguntas.
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El combate por las razas
Science FictionAntes de empezar a leer aclaro que todos los personajes son ficticios al igual que los ambientes, es posible que en la historia se usen nombres reales de cuerpos celestes y nombres de seres mitológicos, también aclaro que con el contenido de esta no...