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Olivia nunca imaginó volver a la ciudad que la vio crecer tan pronto; bueno, seis años no era exactamente un periodo corto, pero fue mucho mas rápido de lo que ella creyó en primer lugar.


Su vida en Stamford no fue del todo mala. Quizás al principio sí le costó adaptarse, después de todo tenía que empezar desde cero allá, pero con el paso del tiempo logró acostumbrarse. Pero claro, su deseo de volver a Plainsville nunca habia muerto.


Y cuando su madre se separó de su padre tuvo la oportunidad de regresar. 


No lo penso dos veces antes de aceptar volver junto a su progenitora a aquel pueblo que tanto añoraba, importándole poco dejar a su padres, sus nuevos amigos y toda la vida que creo atrás. En Stamford realmente no había nada ni nadie que la hiciera querer regresar de nuevo.


Así que alli estaba, nuevamente en el pueblo y regresando a la casa que les pertenecía en el pasado. Su madre fue inteligente al poner la propiedad a su nombre y no haberla vendido en su momento.


—¿De verdad contraste a alguien para que mantuviera la casa o solo fue una idea? —Comentó Olivia al entrar, observando con una mueca las telarañas, polvo y mugre solo en la sala.


No quería ni imaginar lo que serían el resto de habitaciones.


—Así fue durante el primer año, luego tu padre decidió cancelar el servicio —La mujer de hebras azabaches suspiro mientras dejaba los bolsos en la entrada—Creyó innecesario gastar tanto dinero en mantener una casa que no usábamos.


—Ya veo —Murmuró Olivia, antes de voltearse a ver a su madre y sonreír—Pero estamos de vuelta y eso es lo que importa, ¿verdad?


—Por supuesto cielo, ya nadie podra movernos de aqui nunca mas —Su progenitora se acercó y la abrazó, apoyando el mentón sobre su cabeza debido a la diferencia de alturas, mientras acariciaba su brazo—Juntas saldremos adelante, ya veras.


Olivia asintió. Tras el divorcio su madre quedó a la deriva, los lujos que antes se daban ya no serán posibles y ambas deberán dar su mejor esfuerzo para poder sobrevivir en el dia a dia. Pero eso no les importa, estan mejor asi que viviendo bajo las estrictas y absurdas reglas de su padre.


Quizás por eso no sintió tristeza al alejarse de él, era un hombre terco y egoísta. Realmente no sabe cómo su madre lo soporto por tanto tiempo.


—Y el primer paso será ordenar este lugar —Su progenitora le dio un apretón en ambos hombros antes de alejarse, a lo que Olivia volteo a verla alzando una de sus cejas.


—¿Bromeas verdad?


—Ya quisieras cielo —La mujer sonrió antes de ingresar a la cocina—¡Empieza en el piso de arriba y apresúrate que debe estar todo limpio antes del anochecer!


Olivia bufo, pero no emitió otra queja y se puso a buscar una escoba para subir al primer piso.

¿𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒? | rodrick heffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora