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Olivia no iba a negarlo, estaba impaciente por ver a Rodrick. Había pasado toda la tarde limpiando la casa junto a su madre, quien se puso contentísima ante la idea de cenar junto a los Heffley esa noche, para calmar su ansiedad.


Cuando su hogar había quedado decente, dejando de parecer una casa embrujada, decidió darse una ducha y decidir que se pondría para esa noche.


En su adolescencia Olivia fue obligada a vestirse como si fuese una monja, ya que a su padre no le agradaba la idea de que estuviera mostrando tanto su cuerpo. Usaba remeras holgadas, faldas largas y zapatos de charol. Pero ahora era libre.


Amaba su cuerpo, estuvo entrenando para poder mantenerlo saludable y lindo a la vez. Si ella quería enseñarlo entonces iba a hacerlo. Así que se decidió por una remera corta de color negro escotada, unos jeans ajustados azules y unas zapatillas básicas.


Después de todo seguía siendo una reunión casi que familiar, por lo que no pensaba ir tan extravagante. 


Se dejó su cabello suelto y coloco un poco de maquillaje; solo máscara de pestañas, rubor y su adorado lip gloss. Cuando estuvo lista agarro su celular para luego bajar hasta la sala, donde su madre parecía estarla esperando.


—Es increíble lo mucho que puedes tardar cariño, vas a batir un récord si sigues así —Bromeó su madre se dirigía a la puerta.


—Son solo treinta minutos, estás exagerando.


—Tienes suerte de que sea cerca, de lo contrario estaríamos llegando tarde —La mujer abrió la puerta y señaló el exterior—Andando cielo.


Ambas salieron y caminaron las cinco casas que las separaban de los Heffley. Subieron a la entrada tocando el timbre, esperando pacientemente a que les abrieran la puerta.


Olivia se mordía el interior de su mejilla ansiosa, faltaba cada vez menos para ver a su mejor amigo y poder darle ese abrazo que tanto tiempo estuvo guardando. Tenía la intención de que ambos se pusieran al día esa noche, contándose sus anécdotas para poco a poco ir retomando su vieja amistad.


Susan les abrió la puerta y nada mas ver a su madre ambas no contuvieron sus ganas de abrazarse.


—No sabes cuanta falta me has hecho Susan.


—Tranquila, ya estoy aqui para ti Emma. 


Olivia las observaba con una sonrisa. Ella deseaba tener una amistad como la de su madre y la señora Heffley, ambas habían vivido tantas cosas juntas que se consideraban prácticamente hermanas. Se conocían desde la preparatoria, e incluso con las distancias, seguían manteniendo sólido su lazo.


Lo mas cercano a una amistad como la de ellas que tuvo Olivia era con Rodrick, pero aun asi le gustaria poder tener una amiga. Alguien con quien charlar sobre chicos, compartirse secretos, hacer pijamadas y que comprenda sus sentimientos.


—¡Mama, Manny está queriendo comer la comida de Amorcito otra vez! 


¿𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒? | rodrick heffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora