cuatro.

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Era de noche Jeongyeon  no podía dormir, ya había tomado los supresores que Sooyoung le había llevado, por ende las alfas ya no podrían sentirla

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Era de noche Jeongyeon  no podía dormir, ya había tomado los supresores que Sooyoung le había llevado, por ende las alfas ya no podrían sentirla. Estaba dando vueltas en su cama, tal vez tenía hambre, tal vez solo no tenía sueño, tal vez extrañaba a las alfas. O quizás todo al mismo tiempo.

No estaba cien por ciento decidida a salir de la habitación e ir en busca de algo para comer, pero realmente tenía hambre, y todo por no querer abrirle la puerta a Jihyo cuando le llevó la cena. Se había sentido mal por eso, pero no supo qué hacer en ese momento, por lo que solo la ignoró.

Abrió con lentitud la puerta de su habitación y salió de allí rumbo a la cocina. Buscó algo para comer, pero no encontró nada que quisiera y no quería hacer mucho ruido y despertar a alguna de las alfas.

Se quedó quieta en su lugar y respiró lentamente cuando sintió el aroma de una de ellas, sabía que estaba detrás de ella. Se volteó y vio a Momo, mirándola.

— Nay guardó comida para ti —Murmuró la japonesa, haciendo que Jeongyeon se sintiera más tranquila, pero al mismo tiempo algo desesperada.

Momo se adentró a la cocina y buscó lo que la mayor de las alfas había guardado para la omega. En cuanto lo encontró, lo calentó y se lo sirvió a la coreana. Tomó algo de agua y estaba dispuesta a dejar a la omega sola —a pesar de no quererlo— para que pudiera comer tranquila.

— Momo —Murmuró Jeongyeon al ver que la nipona se iba. Hirai se volteó.

— Dime —Jeongyeon sonrió levemente al ver a la alfa voltearse, y le hizo un gesto con su mano para que se sentara junto a ella, algo que la mayor hizo.

Jeongyeon sentía la mirada de la mayor sobre ella, pero no le molestaba y mucho menos le incomodaba. La hacía sentir —en cierto punto— bien.

Momo miraba la marca que la mayor tenía, era extraño verla así, pero al mismo tiempo el saber que esa marca la podría haber hecho ella la emocionaba.

Jeongyeon levantó lo que había usado para comer, y ambas salieron de la cocina y se dirigieron al pasillo, donde estaban los cuartos. Momo se iba hacia su habitación cuando Jeongyeon le habló.

— M-momo —La más baja se volteó.

Jeongyeon se acercó rápido a la japonesa y la abrazó.

Momo se sorprendió, pero de todos modos también la abrazó, haciendo que la mayor sonriera.

— Debes dormir, Jeong —Murmuró Momo, pero ninguna de las dos se separó del abrazo.

— Mhum —Jeongyeon aspiró lentamente, sintiendo el aroma de la alfa, el cual la relajaba. Momo se dio cuenta de eso y sonrió al saber que la mayor se calmaba con ella.

Por mucho que quisiera quedarse así con la extranjera, se estaba relajando lo suficiente como para dormirse allí, en los brazos de la alfa.

Momo se separó lentamente de la menor, haciendo que Jeongyeon quisiera quejarse, pero no lo hizo, y le sonrió a la mayor.

— Descansa, Unnie —Jeongyeon sonrió y asintió.

Momo abrió la puerta de la habitación de la menor y la cerró en cuanto vio a la omega recostarse en su cama. Suspiró y se dirigió a su habitación.

Luego de eso, Jeongyeon pudo dormir muy bien, soñando con la japonesa y con ese abrazo que compartieron.

Luego de eso, Jeongyeon pudo dormir muy bien, soñando con la japonesa y con ese abrazo que compartieron

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¿de quién es la marca? ♡ Jeongyeon harem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora