Gloria sonrió mientras recordaba su infancia. Había crecido en un mundo donde los dinosaurios aún existían, y ella, Gatica y Jesús eran inseparables.
En un día soleado, los tres amigos decidieron ir a comprar helado en un pequeño pueblo cercano. Montaron en un dinosaurio llamado "Toro" y comenzaron su aventura.
Gatica y Gloria se sentaron en la parte delantera, mientras Jesús se sentó atrás, riendo y gritando de emoción.
"¡Este es el mejor día de mi vida!" exclamó Jesús.
Gloria miró a Gatica y sonrió. Había estado enamorada de él durante mucho tiempo, y había decidido confesarle sus sentimientos ese mismo día.
Pero justo cuando estaban a punto de llegar al pueblo, un meteorito cayó del cielo y destruyó la tierra. Los dinosaurios gritaron y cayeron al suelo.
Gloria se despertó en un hospital, con Gatica a su lado. Pero Jesús no estaba.
"¿Dónde está Jesús?" preguntó Gloria, con lágrimas en los ojos.
Gatica se miró las manos, llenas de sangre. "Lo siento, Gloria. Lo perdí. Lo clavaron en una cruz..."
Gloria se sintió destrozada. La pérdida de Jesús y la culpa que Gatica sentía la hicieron alejarse de él poco a poco.
Gatica cayó en una profunda depresión, y Gloria no supo cómo ayudarlo. Se fue, pensando que nunca podría volver a enfrentarlo.
Años después, Gloria había rehecho su vida. Pero al recibir la oferta de trabajar en el colegio donde Gatica enseñaba, no pudo resistir la oportunidad de volver a verlo...
