Reconciliación... (Chaggie)

3

𝐄𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨

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Esa misma noche, Charlie decidió que era hora de dejar de huir. Encontró a Vaggie en el bar del hotel, sentada en la barra, mirando su bebida como si esperara que las respuestas estuvieran al fondo del vaso, noto como Husk le daba una mirada confusa para luego restarle importancia e irse. Cuando Charlie se acercó, Vaggie alzó la vista, sorprendida de verla ahí.

—¿Podemos hablar?— preguntó Charlie, su voz más suave que en semanas.

Vaggie asintió en silencio, dejando su bebida a un lado. Sabía que esta conversación era inevitable, pero el miedo seguía presente.

Charlie le dijo que la siguiera, cosa que hizo, reconocía a donde la llevaba, era la habitación de ambas. Ya dentro Charlie cerro la puesta con seguro.

—Sé que estás dolida— comenzó Vaggie, rompiendo el silencio. —Sé que debí haberte dicho la verdad desde el principio. No fue porque no confiara en tí, Charlie. Fue porque... tenía miedo. Miedo de que me rechazaras si sabías lo que era.

Charlie la miró, y aunque su dolor no había desaparecido, podía sentir el amor que todavía latía entre ellas.

"𝑻𝒖́ 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒎𝒆 𝒓𝒆𝒄𝒉𝒂𝒛𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒐 𝒆𝒓𝒂, 𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒓𝒊́𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓𝒍𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐"

—No es que seas un ángel lo que me duele— dijo Charlie, tomando la mano de Vaggie entre las suyas. —Es que no confíaste en mí lo suficiente como para decirme la verdad. Podríamos haber enfrentado esto juntas desde el principio.— se acercó para tomar su mano suavemente, como si se tratase de una reliquia delicada.

Vaggie apretó la mano de Charlie, con lágrimas contenidas en su ojo.

—No quiero perderte, Charlie. Eres lo único que me importa, aquí no tengo nada más que a tí. Cuando te conocí y me ayudaste, todos mis pensamiento eran confusos, la Charlie que me habían descrito durante toda mí existencia era diferente a la que tenía enfrente, pero aun tenía mis dudas, no te conocía a la perfección. Cuando te conocí más y finalmente hiciste que me terminara enamorando de tí, yo... Decidí no decirte la verdad por miedo a que me tomaras como una enemiga, y peor aún, me consumió la idea de perderte.

Charlie se acercó más, envolviendo a Vaggie en un abrazo que ambas habían necesitado desde hacía semanas. Fue un gesto algo repentino, pero también lleno de protección y amor. Charlie siempre había sido la más dominante en la relación, y en ese momento, sintió que era su responsabilidad restaurar el equilibrio entre ellas.

"𝑫𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆́𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐, 𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒉𝒂𝒃𝒍𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐."

—No me vas a perder— murmuró Charlie, su voz decidida pero suave. —Pero a partir de ahora, no más secretos. Tenemos que enfrentarlo todo juntas. Para mi eres lo más valioso en ni vida, no me imagino un futuro en el que no estés a mi lado.

Vaggie asintió contra su pecho, dejando que una lágrima rodara por su mejilla mientras se aferraba a Charlie.

— Perdón, desde mi corazón, Charlie, 𝘁𝗲 𝗮𝗺𝗼.

Entonces, Charlie la miró, inclinándose para besarla. El beso fue apasionado, lleno de todo lo que no habían podido expresar durante semanas. Las manos de Charlie se deslizaron por la cintura de Vaggie, sosteniéndola con firmeza, mientras que vaggie rodeaba el cuello de Charlie con sus brazos, ambas se entregaban al amor que había sobrevivido a la tormenta.

Cuando finalmente se separaron, Charlie sonrió, su mirada llena de determinación.

— Te perdonó, y también te amo mi Ángel.

Vaggie sonrió débilmente, su ojo llenos de gratitud y amor. Sabía que no sería fácil, pero también sabía que mientras estuvieran juntas, podrían enfrentar cualquier cosa, así mismo volviendo a besarla.

Pasión, amor, lujuria, deseo, y la necesidad de la una con la otra era lo que reflejaba ese beso por parte de ambas, especialmente de Charlie, quien la besaba con delicadeza y un amor que a mi también me gustaría experimentar.

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