Sonrisas. Siempre tiene una sonrisa para todos, es la
chica amable de la última fila, políticamente correcta y
callada. Apenas habla, hasta el punto de que muchos
se olvidan de que está allí. Sabe qué decir en cada
momento para no ofender a nadie y, aunque no lo
parezca, se esfuerza en hacer la mayor parte del
trabajo para que los demás no tengan que perder su
tiempo.
Son pocas las veces que su presencia se hace notar, le
gusta pasar desapercibida y se pone nerviosa ante la
atención. No es adorable como bromea ser, pero sí que
es infantil y más inocente de lo que muchos creen. Una
persona con dos vidas opuestas.
No es esa niña que todos ven, cuando se cierra la
puerta de su habitación aparece la verdadera ella. Una
chica insegura y acomplejada, víctima del hambre, el
maquillaje y la sociedad, aunque aparentemente no
tenga motivos para ello. No le gusta su cuerpo, ni su
forma de ser, simplemente quiere parecerse a las
demás, no ser invisible, ser capaz de hablar con los
demás y de decir lo que realmente piensa.
La sociedad la ha ido consumiendo hasta que no ha
quedado nada, solo esos seres que solo ella siente,
esos que le recuerdan que no es bonita, ni delgada, ni
graciosa, ni agradable, ni nada, esos que le sugieren
que quizá solo tiene amigos por pena o que si los
tienen solo hacen por ella cosas por compromiso, los
que le demuestran que solo es una inútil.
Esos seres no existen, es solo su propia voz frente al
espejo.
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Un ser invisible
Short StorySentada en la obscuridad donde nadie advierte de su presencia. Alma silenciosa que todo lo ve. Sus palabras, habiles sobre el papel, se esconden bajo la tinta escarlata que mancha la pluma. "La sal deja regeros donde las palabras dejaron golpes". No...