Siempre han existido dos tipos de muñecas. Unas
perfectas y dichosas, tienen la suerte de que las cuiden
y las quieran, Barbies que campan a sus anchas por
las estanterías luciendo sus bellos cuerpos en
pequeños vestidos de brillantes; otras, tan hermosas al
principio, pierden el brillo de su porcelana olvidadas
junto a los libros.
Es su esencia, antigua y delicada, la que reluce ante
unos ojos ciegos que la maltratan. Nadie se acuerda de
ella, silenciosa en su única tarea de aguantar el polvo,
hasta que hacen falta para sostener una puerta. Está
destinada a morir como tantas otras.
Algún día se caerá y la esconderán para que sus grietas
y su piel desteñida no asuste a los niños. Su final es la
oscuridad y el olvido al fondo de un armario sola, ya
no es útil. Llora viendo como las Barbies permanecen
en la estantería tan mimadas como siempre y se deja
morir ahogada por sus propias lágrimas.
Nadie se acuerda de esas pequeñas muñecas rotas
hasta que empieza la película.
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Un ser invisible
Historia CortaSentada en la obscuridad donde nadie advierte de su presencia. Alma silenciosa que todo lo ve. Sus palabras, habiles sobre el papel, se esconden bajo la tinta escarlata que mancha la pluma. "La sal deja regeros donde las palabras dejaron golpes". No...