Adán, el ángel caído.

Voy por ti

Ubicación: Desconocida

Hora: Desconocida

???: ¿Qué Lucifer quiere verme? Pues que se pudra, yo no quiero.

???: Pero según tengo entendido que es urgente mi señor.

???: Y yo ya dije que no quiero ir, mi palabra es ley.

???: Cómo usted diga mi señor.

El sirviente le dio una última mirada antes de marcharse, abriendo la puerta principal y saliendo de la oficina. Una vez el silencio regreso se dejó caer de espaldas a su suave silla, llevando una mano a la punta de su nariz mientras exhalaba con fastidio.

???: ¿Que bien, ahora debo soportar las estupideces de ese payaso imbécil. ¿Por qué me castigas tanto?— se lamentó entre balbuceos fatigados y llenos de desgana, odiando su situación actual.

Dios fue muy duro con su castigo al enviarlo directamente al poso de los lamentos para nunca volver a la presencia celestial. El tiempo no importaba, él no lo sabía, pero ya hacia mucho que perdió la capacidad de preocuparse por nada. En días oscuros y deprimentes, sentía envidia por sus compañeros gobernantes que se la pasaban en fiestas o gozando en dinero. Eran unos niños mientras él era un adulto. Ellos disfrutaban y él trabajaba.

No era justo.

¿Pero cuándo la existencia fue justa?

Por el momento debía encargarse del papeleo que le correspondía, estar horas y horas detrás de esta desgastada mesa para hacer su trabajo como líder. Extrañaba su antigua vida, era más emocionante y divertida. Él, que fue una bestia de la naturaleza estaba ahora aquí con un traje de oficinista y una desgana por seguir.

Cuando murió, nunca espero caer aquí. Pensó que desaparecería para siempre, pero su creador tenía otros planes. Al parecer no lo considero digno del cielo y lo envió al reino de su hijo descarriado sin su consentimiento o permiso. Era dios por una justa razón, el molestar.

Hubiera preferido mil veces haber quedado muerto cuando fue asesinado. Su muerte no solo fue gloriosa, lo lleno de un sentimiento que nunca pudo volver a sentir desde entonces.

ALEGRÍA

Él fue feliz en esa batalla, gozo con cada fibra de su ser su grandiosa pelea y acepto el resultado con orgullo. Se fue sin arrepentimientos, satisfecho por todo.

Hubiera deseado que su asesino se fuera de la misma forma.

???: Señor, perdone mi intrusión, pero es urgente— el antiguo subordinado regreso y con un rostro que reflejaba nervios.

¿Era en serio? No lo podían dejar divagar en sus pensamientos ni un poco.

Estaba a punto de sacarlo lejos, pero su puerta inesperadamente fue empujada con fuerza, el subordinado grito y sus ojos se salieron de sus cuencas antes de recibir el poderoso impacto que lo dejo noqueado.

El responsable de tal acto entro bruscamente en la habitación, pero inusualmente poseía un cierto toque de elegancia en sus movimientos. Al ver de quien se trataba la sorpresa se apoderó de él por un momento antes de que empezara a reír. Los caminos de la vida son curiosos, las coincidencias no son solo eso. 

Pero esto ya era otra cosa.

La ironía de las cosas. Es bueno verte— dijo con una sonrisa llena de dientes filosos y puntiagudos, su estado de ánimo mejorando considerablemente.