A Los 20 | JeongIn x Stray Kids

8 Final

JeongIn despertó y vio a MinHo a su lado profundamente dormido boca abajo y con las manos bajo la almohada, debía decirlo, se veía muy tierno.

Sonó la alarma e inmediatamente la apagó, ya era hora de comenzar a despertar a los chicos. Se volteó y abrazó por la espalda a MinHo para comenzar a sacudirlo un poco, tal vez si lo despertaba suavemente cambiaría su decisión sobre su muerte. El de apellido Lee frunció el ceño y no pasó mucho tiempo antes de que abriera sus ojos lentamente, intentando acostumbrarse un poco a la claridad que brindaba la mañana. Cuando abrió por completo los ojos relajó su entre ceño y se dispuso a voltearse, casi al instante soltó un bajo gruñido y su ceño volvió a fruncirse, de inmediato JeongIn lo soltó y salió de la cama antes de que un golpe lo regresara a su vida pasada.

—Maldito imbécil de mierda, voy a matarte. — Fue lo primero que salió de la boca del peligris, antes de que se sentara y con sus manos tallara sus parpados para poder despertar por completo.

—No se enoje hyung, estaba un poco enojado ayer. — Claro que el pelinegro tenía que encontrar una excusa para sus acciones, hoy más que nunca las necesitaba, debía salvar su trasero, si es que había alguna posibilidad.

—Voy a matarte JeongIn, cuando menos te lo esperes voy a separar tu cabeza de tu cuerpo y voy a jugar todo tipo de deportes con ella. — Advirtió el otro mientras se levantaba con el ceño fruncido y se comenzaba a poner el bóxer que había encontrado tirado.

—Pero no le gustan los deportes hyung. — Fue lo único que se le ocurrió decir al menor en esa situación.

—¿Quién dijo? —

—Usted. —

—Pues el día de hoy voy a amar los deportes como nunca lo hice. — El mayor le dio una sonrisa que prometía sufrimiento antes de salir de la habitación.

El pelinegro tragó duro y se dispuso a vestirse para comenzar a despertar a los demás.

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Por primera vez desde que vive en el dormitorio con Stray Kids, se duchó al final, fue el último en usar la bañera, ¿por qué? Aún no quería llegar a su muerte, MinHo siempre era el primero en bañarse y de él seguía JeongIn, está vez dejó a los demás por miedo, y que lo condenen, no le importaba, sólo necesitaba encontrar una manera de seguir con vida.

No pudo seguir comiéndose la cabeza cuando tocaron a su puerta y después la entreabrieron, ahí se encontraba JiSung, viéndolo un poco extrañado.

—MinHo hyung no está de humor y ya casi está el desayuno, si no te ve en la mesa va a matarnos a todos. — Sus palabras solo lo desanimaron más, soltó un sonido de resignación y frotó sus manos en sus ojos.

—Ven y dame el último beso que tendré, porque cuando ponga un pie en el comedor mi pecho ya estará atravesado por una espada. — Le hizo una seña para que se acercara y Han lo hizo, se acercó, le llevó su pelo para atrás y después lo jaló a su cuerpo para seguido de eso darle un beso.

—No pasa nada, eres una de sus debilidades, no te hará mucho. — Esas fueron las palabras motivacionales de Han JiSung.

—Es que tu no escuchaste su amenaza. — JeongIn abrazó el pequeño cuerpo del castaño y se quedaron unos segundos así, después Yang suspiró. —Ya estoy listo para enfrentar mi destino. — Mentira, no lo estaba, pero debía mentalizarse de que era así.

Ambos se separaron y salieron para seguido de eso dirigirse al comedor, todos menos MinHo estaban sentados esperando la comida, cuando escucharon sus pasos voltearon a verlos, al parecer no era el único que sentía que moriría ese día.