Kamado Tanjiro, una joven, bastante inteligente,hermosa y con un corazón que no le cabe en el pecho. Esta vive son su familia y gana dinero vendiendo carbón. Pero todo cambia cuando su familia es atacada y asesinada
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Después de un par de persecuciones más, al fin los tres chicos habían podido asistir con el doctor nuevamente, este mismo les había dicho que ya estaban en perfectas condiciones después de su merecido descanso.
Justo ahora estaban todos tranquilos, cuando el cuervo de siempre llegó con la de cabellos busbeos, Tanjiro tomo con cuidado al cuervo entre sus manos.
— ¡Noroeste! ¡Noroeste! Su próxima misión es la noroeste, ustedes 3 tienen que ir al monte Natagumo... — los tres se vieron entre sí, eso había Sido rápido.
Unas horas después ya estaban listos fuera de la enorme casa, la anciana había salido a despedirlos.
— Muchas gracias por todo... — agradeció Tanjiro.
— Si, les daré suerte — Tanjiro y Zenitzu se dieron la vuelta, dejando que la anciana usará una piedra para sacar chispa, Inosuke no tenía la más mínima idea de que sucedía y asustado pensó que les quería prender fuego o algo parecido.
— ¡Cálmate idiota! ¡Es un ritual, nos vamos a una misión! — regaño Zenitzu cuando el cabeza de jabalí trató de golpear a la anciana.
Después de ese momento, Tanjiro y los demás se despidieron de la mayor, agradecidos por el cuidado.
Después de unas horas de camino, al fin habían llegado al anochecer, Tanjiro e Inosuke tuvieron que detenerse al ver al rubio sentado en el suelo otra vez haciendo un berrinche.
— ¡Esperen! ¡No sigamos!
— ¿Qué sucede Zenitzu-Kun?
— ¡Tengo miedo! — grito el rubio mientras lloriqueaba — escuchó un sonido muy extraño en el aire, no pienso subir ahí... ¡¿No lo sienten?! — los dos voltearon al lugar, Tanjiro sentía aquel aroma extraño, pero no es como que pudiera no subir.
— Zenitzu-Kun, de cualquier forma no podemos no ir, vamos, entre más rápido terminemos mejor.
El rubio y el jabalí comenzaron a discutir, mientras que Tanjiro escucho gritos desgarradores y extraños que venían desde la montaña, confundida volteo insegura al lugar, supo que no fue l única, ya que Inosuke también volteo.
— ¿Eh? ¿Sucede algo? ¡Oigan!
— ¿Q-qué es ese olor? — la chica salió corriendo, siendo seguida por Inosuke y por un aterrado Zenitzu que se quedaba poco a poco atrás.
Cuando estaban por entrar vieron a un chico, era un cazador de demonios también, el mismo tenía heridas y estaba tirado en el suelo.
— A-ayudenme... P-orfavor...
— ¡Es un cazador también! — grito Tanjiro, se acercaron al mismo, pero justo cuando estaban por llegar a su lado, algo lo jalo de regreso al bosque, los tres solo pudieron escuchar sus gritos de angustia.
Tanjiro estaba sorprendida y esto solo aumento cuando el aroma a muerte llegó a sus fosas nasales, estaba asustada, pero no por eso se echaria para atrás.
