NENA
- ¿En algún momento me dirás tú nombre?-pregunta con sus ojos verdes fijo en mis piernas.
Casi sonrío.
Desde que lo besé mi cuerpo ansía más de él, el recuerdo de su sabor y su boca no han salido de mi mente.
Hago como que lo pienso, me e dado cuenta de que a él le hacía falta emoción en su vida, es que nada más hay que verlo, con su traje Armani a la medida, el pelo engominado hacia un lado perfectamente peinado, la rigidez de su postura y su expresión impenetrable.
Él es guapo, es muy pero que muy guapo pero le falta la chispa de la vida.
Lo miro de reojo y asiento.
- Dime el tuyo primero.
- Raiko - contesta airoso.
- Nena.
Luego de ello un silencio nada incómodo se instala en el coche en lo que voy recorriendo las calles de New York en busca de una iglesia en la que se esté realizando una boda.
Tengo miedo pero a la vez estoy resignada, por la hora que es, estoy segura que ya se han casado y mi mejor amigo se a condenado voluntariamente a pasar su vida al lado de una horrible persona que sólo le interesa su dinero.
Soy sincera al decir que no soy la persona más romántica del mundo, que no creo en el amor verdadero ni en las almas gemelas pero es triste notar como la mayoría de las parejas hoy en día terminan juntos por algún beneficio, como los sentimientos han perdido valor y como se han olvidado de las pequeñas cosas.
Mi cabeza es un total lío, mis emociones desde la mañana han sido como una montaña rusa y la atracción latente que siento por éste hombre me lo pone aún más difícil.
- Bueno, alguien sí se a casado hoy- el comentario apreciativo de Raiko me saca de mis cavilaciones.
Sigo el trayecto de su mirada hasta encontrar a poca distancia un montón de personas aglomeradas en las puertas de una iglesia.
Por un momento siento que no respiro hasta que por las enormes puertas de la iglesia salen de la mano y molestamente pegados Caleb y su zorra y un poco más atras la mamá zorra.
¡Jodida mierda! «lo logró, al final pudo atraparlo»
Pienso mientras hago algo que sólo alguien muy desesperado o loco haría.
Salgo del coche antes de que frene del todo y noto que Raiko es rápido a la hora de coger el volante y acomodarse en el asiento mientras suelta una maldición.
Está bien, se casaron pero no puedo quedarme con los brazos cruzados sin hacer nada, sin al menos decirle unas cuantas cosas a mi estúpido amigo y a Karen.
Me acomodo el vestido y suelto a correr chocando con la gente. Tengo un objetivo en mente y sé que no voy a dormir tranquila hasta que no lo cumpla.
RAIKO
Observo entre fascinado y estupefacto como Nena suelta a correr con tacones y en vestido por toda la sera chocando con casi todo el mundo. Mis nervios aumentan cuando al tener que cruzar la calle sigue corriendo sin parar y hace frenar de golpe un deportivo que casi la atropella.
Desde dónde estoy soy capaz fácilmente de escuchar la cantidad de cosas que le grita el hombre.
La sigo de cerca en su auto y estaciono una calle antes de la iglesia.
No sé la boda de quién ella quiere impedir pero estoy comenzado a pensar que quizás es de su amante, porque no tengo otra explicación para darle al afán y la locura que está empleando esta mujer para lograrlo.
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¡Yo me opongo!
RomanceLa gente piensa que 24 horas es poco tiempo. En realidad yo también pensaba lo mismo. Pero cuando intentas impedir una boda, terminas en una distinta, te vas con el novio, intentas impedir la correcta, te peleas con la novia, con la arpía de la madr...