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La ironía es que todo se rompe en el mismo pequeño restaurante en el que se conocieron por primera vez.

—¿Fumas? —Minjeong parece genuinamente sorprendida.

Jimin toma otro calada y responde. —Sí. Empecé en nuestro- mi segundo año de secundaria.

Al escuchar eso, Minjeong frunce el ceño mientras el aire invernal agita su cabello. Jimin comprende el motivo: ese es el año en que Minjeong se apartó de su vida, cuando dejaron de conocerse como antes.

Normalmente, cuando surge un recordatorio evidente de las brechas entre ellas, simplemente lo superan sin reconocer que hay algo mal. Pero hoy, Minjeong parece nerviosa, inquieta y no del todo presente, y Jimin no puede adivinar el motivo.

La chica más joven guarda silencio por un minuto antes de hablar.

—Hay tantas de esas pequeñas cosas. —Cuando Jimin la mira, confundida, ella continúa. —Esos misterios. Sorprendentes. Llámalo como quieras. Las cosas que no sé de ti porque no estuve allí para verlas pasar.

Suspirando, mira al suelo y termina su pensamiento. —A veces me pregunto si son demasiadas. Si alguna vez alcanzaré a ponerme al día.

Algo se enciende dentro de Jimin. Nunca han hablado de esto; todo es terreno desconocido. Jimin siente que todos los años, todo el silencio se está presionando, causando esta oleada blanca de calor que siente ahora.

—Quizás, podrías haberlo sabido si no hubieras desaparecido de la faz de la tierra y me hubieras cortado completamente.

Minjeong parpadea en shock. Jimin no suele ser la de temperamento fuerte entre las dos, y para ser honesta, Jimin tampoco esperaba que eso saliera de su boca.

—Lo siento, lo siento mucho, ¿bien? lo digo en serio-

Jimin se burla. —Tanto si lo hiciste intencionalmente como si no, pasó. Y agradezco que estés pidiendo disculpas y tratando de reconectar, pero seamos realistas, Minjeong; nadie hace eso a su "mejor amiga del mundo", ¿de acuerdo?

Y como ya ha comenzado, decide ir hasta el final.

—¿Sabes cómo se siente, Minjeong? Todos me preguntaban cómo estás, y yo, igual de ignorante que ellos. Tenerte fuera de mi vida así, y luego verte aparecer en un video de YouTube como si fueras una persona completamente distinta... ¿Sabías que empecé a actuar porque, después de tantos años juntas, no soportaba el silencio en mi vida? ¿Sabes cómo se sintió tener una parte de mí misma desaparecida? ¿Cómo, durante los años siguientes, ya no podía confiar en las personas cuando me prometían que se quedarían?"

Antes de que se dé cuenta, Minjeong está llorando. No como las lágrimas que derramó cuando la picó una abeja por primera vez, cuando tenían doce; no como las lágrimas de cuando el cachorro callejero que solían visitar cerca del parque encontró un hogar y no podían jugar más con él; no como las lágrimas de cuando algún chico en su clase la llamó molesta. Más cerca de las lágrimas de su despedida final, a los dieciséis; más visceral, más desgarrador.

De repente, Jimin está un poco en pánico. Quizás no debería haber ido tan lejos, piensa, y luego se reprende. Todo lo que dijo era verdad; es solo que Minjeong la hace ser blanda. Nunca puede ser lo suficientemente dura con la otra chica.

Con lágrimas aún corriendo por su rostro, Minjeong responde. —No es como si hubiera querido que eso pasara, ¿de acuerdo? No nos permitían hablar con nadie a menos que fuera bajo supervisión, especialmente cuando nos acercábamos al debut. Aun así, encontraba la manera de sacar mi teléfono y hablar contigo. Pero me atraparon, me castigaron, y... no fue nada agradable. No te lo conté porque no quería que te preocuparas, ya me sentía mal por haberte dejado en primer lugar. Simplemente...

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