''El héroe del infierno''

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Te encontrabas sentado, agotado, sintiendo cómo el cansancio pesaba sobre tus hombros. Pasaste una mano por tu frente, limpiando el sudor que se acumulaba tras horas de esfuerzo. No sabías cuánto tiempo llevabas trabajando en la construcción, pero te parecía una eternidad.

Durante todo ese tiempo habías permanecido transformado en tu forma de demonio, con tus manos robóticas y ojos iluminados por el característico brillo rojo, enfocados en la tarea.

Sin embargo, no estabas solo. Power estaba allí contigo, observándote desde un rincón de la habitación, con Nyako acurrucado entre sus brazos. Su mirada, aunque cansada, mostraba una mezcla de curiosidad y preocupación.

A pesar del caos reciente, no había querido dejarte solo, incluso si no comprendía del todo lo que estabas haciendo. El ronroneo suave de Nyako proporcionaba un leve consuelo en medio del ambiente tenso, aunque el peso de todo lo que había sucedido aún se sentía en el aire.

"¿Ya... lo terminaste?" -murmuró Power, su voz quebrada por el agotamiento y las secuelas de las batallas anteriores. Se inclinó un poco hacia adelante, como si estuviera ansiosa por ver qué habías logrado después de tanto esfuerzo. Sus ojos se entrecerraron, intentando enfocar la estructura que habías estado armando con esas piezas viejas y oxidadas. Las cuales ya no parecían viejas y oxidadas, sino piezas de alta tecnología.

"No, aún no, falta una última cosa" -dijiste mientras te levantabas del asiento y, lentamente, comenzaste a caminar por el lugar. Entre todas las cosas, sacaste algo, el mango de una espada al que le faltaba filo. Entonces te diste media vuelta para ver a Power, que empezaba a caminar hacia ti.

"Cuando tuve que luchar contra Ak-  contra el demonio pistola, perdí mi arma. Una de las primeras creaciones que hice. Pero ahora quiero que me ayudes a crear una nueva, un nuevo filo" -dijiste, arrodillándote frente a ella mientras levantabas el mango- "Préstame un poco de tu sangre para hacer esta arma, Power."

Power te miró en silencio por un momento, su expresión cambiando de la sorpresa a una leve sonrisa. Se inclinó hacia adelante, manteniendo a Nyako cerca de su pecho con una mano, mientras con la otra extendía su brazo hacia ti.

"T/N... si es para ti, claro que lo haré" -murmuró, con una voz que, a pesar de su tono habitual arrogante, ahora tenía un toque de suavidad y cariño que sólo tú conocías.

Sin decir una palabra más, Power acercó su mano hacia el mango de la espada que sostenías, permitiendo que su sangre fluyera sobre el metal. La habitación, que había estado en silencio hasta ese momento, pareció llenarse de una extraña energía.

El mango comenzó a reaccionar de inmediato, absorbiendo la sangre mientras emitía un tenue brillo carmesí. Sentiste una vibración en tus manos, como si la espada estuviera cobrando vida lentamente.

"¿Esto... será suficiente?" -preguntó.

Te levantaste del suelo y, lentamente, comenzaste a caminar hacia lo que habías construido. Te acercaste al núcleo de poder en el centro de la estructura. Apretaste el mango de la espada y lo clavaste en el núcleo, el cual empezó a absorber todo el mango, que lentamente se estaba convirtiendo en parte del traje.

"Así que esto es lo que puede hacer un niño genio con unas pocas cosas y sangre, ¿eh?" -dijo una voz familiar. Era Kishibe, entrando lentamente a la habitación mientras se acercaba a ustedes dos, aún bebiendo de una botella de alcohol- "¿Crees que con esto le vas a poder hacer frente a Makima?"

Te giraste lentamente hacia Kishibe, quien se detuvo a unos metros de ti y de Power, con esa expresión calmada pero impenetrable que siempre llevaba. A pesar de su comentario, había algo en su mirada que delataba su genuina curiosidad.

Haría todo por ti   (power x T/N) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora