Prólogo

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Hacia frio, el final del otoño daba paso al frío invernal, y el no tenía más que una camisa demasiado grande que le llegaba por encima de las rodillas junto con unas medias igual de grande. El frío se colaba por debajo de la pequeña puerta de la armario debajo de las escaleras. Le dolía todo el cuerpo tanto que no podía moverse, se encontraba tendiendo en el piso del pequeño armario luego de que el tío Vernon le había dado una "lección" luego de encontrarlo viendo la televisión escondidas, alegando que los fenomenos como el no podían ver televisión.

Ese día decidió que ya no quería estar en ese lugar, junto todas sus fuerzas para no gritar del dolor cuando se movió para sentarse en el incómodo y pequeño catre. Y luego de tomar sus pertenencias, el señor oso- un pequeño osito de peluche que Dudley había tirado a la basura hace un año - y una manzana y una galleta que tomo a escondidas de tía Petunia, abrió la pequeña puerta y se dirigió a la salida. Ellos nunca se daban cuenta de su presencia a menos de que fuera para hacer los quehaceres o golpearlo así que sin más abrió la puerta y se fue.

El niño que vivió para matar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora