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—¡Ya te dije que no voy a ir contigo para hacer "cosas ilícitas" —repite el castaño mientras camina por la acera.
—¿Pero por qué no? Ya lo has hecho antes —le pregunta siguiéndolo por atrás, en busca de una buena explicación.
Sabe que no debe insistir si el castaño no quiere, pero no puede evitarlo.
—Eres una mala influencia... —susurró el oji azul más para si mismo. Max no pudo evitar echarse a reír por eso— además, tengo tarea. —Concluye.
Max suspira, pero no está dispuesto a rendirse tan fácil.
»»»Una hora después.
Caminaban nuevamente por la acera, con los ojos rojos y ahora más relajados que antes, riendo por todo. Bradley caminaba junto a Max, aunque algo paranoico.
—Es mala idea, vayamos mejor a mi casa, siento que algo malo va a pasar..
—Nah, relájate —dice Max a como puede, posando torpemente su mano en la espalda de Bradley— ¿Qué podría pasar?
En eso, como si su mala suerte característica de un Goof, una patrulla pasó frente a ellos, y Bradley juró que los vio observarlos un rato. Se estacionó frente a ellos, y ellos, al estar en ese estado, tardaron en reaccionar y no alcanzaron a huir.
—¿Cómo se llaman? —pregunta el policía una vez que Max y Bradley están arriba de la patrulla.
Bradley, si antes estaba paranoico, Max ahora sentía que moriría de un paro cardíaco. Estaba sentado en su lugar sumamente rígido y tieso, sis ojos rojos fijos en el asiento y totalmente nervioso. Apenas podía hablar.
—S-s-soy B-braleycremanata —dijo, pero apenas se le entendió por lo rápido que lo dijo.
—¿Disculpa?
—S-s Bra-leycremnata
A Max le daba risa porque la situación de veía bastante estúpida en el momento, y no podía evitar reír. El policía los miró a ambos con el ceño fruncido e intentó preguntarle su nombre a Max, pero este no dejaba de burlarse de su amigo.
El policía, aunque trató un par de veces más, suspiró pesadamente y fue al lado de copiloto para llevarlos a una celda.
Y así, fue como Max y Bradley pasaron una noche en prisión ya que sus amigos fueron a ayudarlos al siguiente día. El azabache fue el esclavo del castaño por al menos una semana luego de eso, y Max juro no volver a insistirle ninguna otra vez, pues esa había sido su peor semana.
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