Capítulo 2. Sin tiempo.

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Jungkook

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Jungkook.

Me muevo rápido entre la gente. Mis puños se aprietan mientras intento salir de este centro comercial lleno de humanos con vidas ignorantes.

Tal vez me apresuré, no debí ir ahí. No se suponía que yo sería el que lo buscara, no es así como esto funciona.

Es él quien tiene que buscarnos, así lo dijeron las antiguas brujas. Dijeron que el salvador nos encontraría y él nos salvaría, pero ya no hay tiempo.

—¿Lo encontraste? —pregunta Jihyo quién me espera afuera del auto.

Niego.

—Aún no es la hora...

Su ceño se frunce.

—¿De qué hablas? ¿Lo encontraste, si o no?

Bajo la mirada, su voz me intimida y siendo sincero no me agrada tanto pasar tiempo con ella. Sin embargo, no puedo alejarme de ella y si lo hiciera no sé qué sería de mí, después de todo ella me convirtió en lo que soy.

Y odio con todo mi ser, lo que soy. Por ende la odio un poco, sé que ella lo hizo para salvarme, pero yo no quería ser salvado.

—Sí, pero aún no sabe quién soy.

—¿Estás seguro que es él?

Suspiro cansado.

—Es él, puedo sentirlo —digo con el ceño fruncido—, pero él no me reconoció, parecía genuino en no saber quién era.

Jihyo suelta un gruñido frustrado.

—Ya no hay tiempo —se pasa las manos por el cabello rubio—. Esas perras aseguraron que él ayudaría a mi hermano, Jungkook.

Asiento.

—También dijeron que él nos buscaría, no que nosotros lo buscáramos.

—Yoongi está cada vez peor —murmura—. A este paso no podrá controlarse y podría atacarnos a nosotros también.

—Buscaremos otra manera de...

—¡No hay otra puta manera! —grita la rubia—. La culpa y su sed lo están consumiendo, pronto será un puto monstruo y no habrá otra solución que matarlo.

Mis ojos se abren grandes y niego.

—No. Yoongi hyung, es fuerte —aseguro.

Ella mira dentro del centro comercial y sé lo que pretende. Me pongo enfrente de ella y la miro suplicante.

—Hazte aún lado, Jungkook —sisea enojada.

—Hay que pensar las cosas —espeto—. No puedes hacer algo impulsivo, Min Jihyo.

Ella suelta un bufido.

—Estoy segura que con la motivación adecuada va a reconocerte —sisea—. ¡Es un jodido profeta! Él sabe quien eres, no seas tonto, Jungkook.

The false prophecy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora