Dejame ir, por favor.

Capitulo 1.

Akane e Inui eran vecinos. Ambos se parecían bastante pues tenían similares rasgos, e incluso se decía que eran familia aunque eran simples palabras que terminaban diciendo entre los mismos habitantes de la villa en la cual vivían.

No tenían una buena relación, pero tampoco era mala. Sin embargo, sus madres solían juntarse en casas de ambos, y con ello, ambos chicos solían verse, terminando por jugar entre ellos, al menos, en los primeros años donde se conocieron pues Akane era mayor, por lo cual, terminó madurando antes que Seishu quien seguía siendo un niño de solo 10 años así que poco a poco entre ellos hubo una distancia, distancia la cual se rompió en el momento que Inui llegó con uno de sus amigos a su casa.

—Mamá, vengo con un amigo —mencionó, entrando a la casa—. Oh, no sabía que venían.

—Permiso.. —murmuró Kokonoi—. Buenas tardes.

Tanto Inui como Kokonoi, se acercaron a saludar a quienes estaban en el lugar. No era la primera vez que Seishu llevaba a ese amigo a la casa, pues solían juntarse bastante, pero era la primera vez que estaba aquella familia en presencia de Hajime.

Kokonoi se acercó a saludar tímidamente. Era alguien bastante tímido, más si eran personas que no conocía, pero al momento de saludar a la hija de aquella mujer, subió completamente su mirada. Parecía estar sorprendido. Sus ojos brillaron , y sus mejillas se sonrojaron al instante, quedando inmóvil ante la presencia de aquella chica; Akane.

—¿Estás bien? —preguntó confundida.

—Eh.. Ehm.

—¡Koko! —Dió un suave golpe en su espalda—. Vamos, hay que hacer cosas. No tardes mucho en saludar.

—Hajime Koko.. Kokonoi —tartamudeó—, un gusto.

—Andandoo. —Jaló su polera.

Kokonoi se dejó llevar por su amigo, aún pareciendo algo atontado de la situación, en donde incluso su estomago parecía revolverse en su, dando cosquilleos y sensaciones inexplicables.

Inui miraba raro al chico, de cómo se veía desorientado, confundido e incluso casi babeaba, atontado luego de haber visto a aquella chica. No entendía el actuar de su amigo, así que se acercó a el para ponerse en frente suyo, apretando su nariz.

—¡Koko!

—¡A-ah! —Dio un pequeño sobresalto—. ¿Q-Qué.. qué sucede?

—Estás.. estás algo tonto. —Abultó sus labios.

—¿Quién es ella? o sea, ¿es conocida tuya? ¿vive cerca de aquí? parece.. o sea, es linda.

Cada palabra que daba Kokonoi parecía trabarse entre sus propias frases. Hacía mil preguntas, terminando por confundir la pequeña cabeza de Inui, quien parecía que explotaría luego de tanta pregunta.

—Alto... alto —Dijo Inui—, ¿eh?

—Nada. Hagamos la tarea. —Rió nervioso.

—¡Oh! okey.

Inui era de distraerse con facilidad, así que un simple cambio de tema hizo que olvidara todo lo recién mencionado de parte de Kokonoi, yendo así por sus lápices y tal cual había dicho Kokonoi, comenzar a hacer la tarea por la cual habían ido a ese lugar. A Inui le gustaba trabajar acompañado, así que claramente invitaba a su amigo cada vez que podía, además solía divertirse mucho, a pesar de las diferentes personalidades de cada uno de los chicos, la cual, era bastante diferente, pero de alguna u otra razón ambos podían llevarse realmente bien. Combinaban perfectamente.

Terminaron en lo que venían. Tenían que terminar un trabajo, así que eso fue lo que hicieron. Le dieron in a aquella tarea algo tarde, por lo cual, la madre de Inui acompañó a Kokonoi junto a el mismo Inui para poder ir a dejar a su hogar al niño, luego de que la misma madre le ofreciera llevarlo.