[Capítulo 50] "Lasaña"

1K 252 75
                                    

Pov. Calle.

Los días siguientes al evento fueron una locura, llena de actividad. El abogado que contratamos para tratar con la Fundación y el equipo de la finca habían trabajado sin descanso para establecer las cláusulas del intercambio. Y aunque el plan original había sido infiltrarme paulatinamente, me llevé una hermosa sorpresa al saber que María José, mi Poché, llevaría a cabo el proyecto.

El universo nos estaba ayudando y aunque aún la sentía insegura y algo lejana, podía ver como nuestra conexión seguía intacta. Bastaba solo estar en el mismo espacio para notar la tensión tan grande a nuestro alrededor y la atracción era innegable.

De vez en cuando, durante las coordinaciones con el equipo técnico, la encontraba estudiándome, mirándome con algo de intriga y confusión. Sabía que probablemente su cerebro no entendía porque se sentía tan bien estar cerca la una de la otra. Que tal vez en su interior se estaba debatiendo entre si está bien o mal lo que esta asintiendo y yo me moría por aclarar todo de una vez, pero si lo hacía así, de forma tan arrebatada y sin pensarlo bien, corría el riesgo que me tomara por loca y se alejara definitivamente de mi.

En su lugar, decidí ser muy sutil. Acercarme despacio, tratando de replicar cada momento que compartimos juntas antes, algunas conversaciones y así los días fueron pasando. Siempre estaba alerta y en algunas ocasiones pude ver sus ojos oscurecerse con algo de familiaridad, pero pronto regresaba a su usual tono formal y de vuelta a empezar.

Aunque por supuesto podía notar mis avances. Como su cuerpo se estremecía ante mi tacto, como no podía evitar bajar su mirada ante mi escote y por supuesto, como su respiración se volvía irregular cuando estaba muy cerca. Así que también empecé a usar eso a mi favor.

ꟷ¿y bien doctora? ¿Qué le parece? ꟷle pregunto inclinándome hacía adelante asegurándome que tenga una visión muy clara de mi pecho y la veo desviar la mirada con algo de nerviosismo.

En estos tres días había descubierto que amaba ponerla nerviosa.

Llevábamos horas sentadas en la oficina que habíamos acondicionado dentro del espacio de lo que sería el centro de terapia, revisando los planos y materiales que empezarían a traer a partir de mañana. Todo sería prefabricado para acelerar las cosas. El arquitecto lo describía como un gran rompecabezas y era más sencillo de entender así. Ya ni Poché ni yo teníamos conocimientos de nada que tuviera que ver con construcción civil.

Ese hombre había sido un gran contacto de mi hermana, nos tenía una paciencia única y por alguna razón sentía que nos dejaba momentos privados a Poché y a mi a propósito. De hecho se acababa de ir, dejándonos nuevamente solas.

Y era un momento perfecto, porque había preparado otra cosa especial.

ꟷBien todo bien. Me… me gusta.

ꟷQue bueno.

ꟷPero ya te había dicho que puedes llamarme por mi nombre ꟷme dice con una media sonrisa y mi corazón no puede evitar aletear de alegría.

Si lo había dicho, pero solo una vez y quería que volviera a hacerlo. Aunque en lugar quería llamarla mía o amor porque era eso. Mi amor.

ꟷ¿María José?

ꟷ¿o Poché? Si quieres.

ꟷSí quiero.

ꟷBien.

Nos quedamos un par de segundos en silencio, la tensión estaba creciendo como siempre que estábamos solo las dos en algún lugar y ella se incorpora. Sé lo que sigue, va a querer irse, como en las veces anteriores, pero esta vez no la dejaría. Al menos no tan fácilmente. Ayer había hablado con Laura y ambas coincidimos en que podía ir un poco más lejos esta vez.

HeartAttack 🌙[Caché] ❤️‍🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora