Cleiver se encontraba en la trastienda buscando el rociador, pasando sus manos por los estantes intentando identificar la figura del objeto.
- *Maldita sea Xiaro, ¿podrías por lo menos poner las cosas en el lugar correcto?* - Pensó Cleiver mientras aún seguía buscando el rociador.
De pronto, su celular comenzó a sonar, dejó de lado lo que estaba haciendo y sacó su teléfono del bolsillo, no sabía quién podía ser ya que no podía ver el nombre del contacto pero aún así a contestó.
- ¿Diga? - Contestó con una voz formal.
- ¡Cleiver! - Gritó alguien desde la otra línea, Cleiver pegó un salto por el grito repentino, pero enseguida reconoció la voz de Fishler.
- ¿Fishler?
- ¡Sí! ¡Soy yo! Me diste tú número ayer ¿recuerdas? - Habló Fishler emocionado.
- ¡Sí! No pensé que me llegaras a llamar. - Dijo Cleiver esbozando una sonrisa.
- Bueno, te había mandado un mensaje pero recordé que no lo puedes leer. - Rió Fishler y Cleiver no pudo evitar reírse también.
- Espero no se te vuelva a olvidar, o sino nunca podría responderte. - Bromeó Cleiver.
- Tienes razón, me haré una notita mental. - Dijo Fishler.
Los dos rieron y comenzaron a charlar de diferentes cosas, Cleiver se mantuvo paseándose por las trastienda hablando con Fishler, obviamente a paso cuidadoso de no chocar con algún mueble y revisar de vez en cuando que no hubiera algún cliente en espera.
Parecían hablar con tanta fluidez y naturaleza como si se conocieran de toda la vida, Cleiver disfrutaba de las bromas de Fishler, platicando sobre sus intereses y conociéndose mejor.
Cleiver disfrutó tanto la conversación, no recordaba la última vez que se sintió tan a gusto con alguien ajeno a su círculo social.
Fishler se sentía de la misma forma, y por alguna razón, la voz de Cleiver le resultaba sumamente relajante, podría estar escuchándola por horas y quizás no se cansaría, y la sonrisa en su rostro no desapareció en ningún momento.
Hasta que una idea se le vino a la mente.
- ¡Oye Clei! Supongo que tienes libre los fines de semana, ¿no? - Habló Fishler.
- Eh, sí, sí, ¿por qué? - Preguntó Cleiver con curiosidad.
- Pensaba que quizás... Podríamos salir tú y yo al parque, un rato. - El tono de Fishler pasó de ser alegre a un tanto avergonzado, y era algo obvio, tomando en cuanto que nunca ha invitado a alguien además de Haroo a una salida.
- ¿Salir? ¿Los dos? - Dijo Cleiver sorprendido.
- Sí, solo los dos. - Reafirmó Fishler. - ¡Solo si quieres! No tienes que aceptar por obligación ni nada de eso...
- ¡Sí quiero! Quiero decir... - Cleiver aclaró su garganta. - Me gustaría... - Respondió con cierta timidez.
Fishler volvió a sonreír, esta vez mucho más contento que hace minutos.
- ¡Bien! Entonces... Pasaré por tí el sábado a las 5, ¿vale? - Dijo Fishler finalmente.
- Ok, ok... El sábado a las 5... - Repitió Cleiver.
- Eeh... Entonces te llamaré en otro momento, te dejo seguir trabajando. - Dijo Fishler.
- Está bien... Gracias por llamarme. - Dijo Cleiver con una voz casi tierna.
Cuando Fishler lo escuchó casi sintió su corazón derretirse sin razón alguna.
- No hay de que... Nos vemos entonces... - Se despidió Fishler.
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Los de la florería y unos tontos enamorados // (Haroovoid & Fisheiver)
FanfictionNo explicaré mucho por acá, solo espero que disfruten de la historia 👍 Aviso‼️ - Esta historia es completamente ficticia, por lo tanto no está relacionada con la vida real. - Los youtubers tendrán la apariencia de sus respectivos avatares, obviamen...