5

58 10 5
                                    

Por la mañana Max desperto finalmente, se sentía cansado y sus ojos ardian de seguir adormilados. Mirando a su al rededor noto que sus amigos seguian dormidos, lo cual lo extraño un poco. Mirando hacia el reloj descubrió el porque, noto que faltaban aun algunas cuantas horas para que comenzaran sus clases. Por lo que se podian dar el pequeño lujo de dormir un poco más.

Apunto de aprovechar aquella oportunidad escucho que llamaron a su puerta con golpes que, si bien no eran escandalosos, si eran algo fuertes. Entre quejidos se levanto de la cama y camino hacia la puerta para saber de quien se trataba.

Apenas la abrio se sorprendio, el sueño parecio haberse desaparecido por completo. Frente a sus ojos estaba el Teniente Matías.

— ¿Max Goof? — preguntó con una voz seria y firme

Max se apresuro a salir de la habitación y cerrar la puerta tras de él para evitar que sus amigos se involucrarán en aquella situación.

— Si soy yo — respondio con nerviosismo

— Creó que esto es suyo ¿Cierto?

El Teniente le mostro al chico la maleta que habia llevado al club la noche anterior. Su miedo aumento, pero aún así trato de mantenerse tranquilo y no hacer evidente la culpa.

— N no, creo que no es mia...

— Según las cámaras de seguridad de la entrada del club si lo es.

Max no tuvo otra opción más que tomar la maleta en sus manos y admitir que si era suya.

— Lo extraño es que no se le vió salir en toda la noche señor Goof. Pareció que se desapareció de la nada.

— ¿De la nada? — bufó — claro que no, salí de emergencia por la puerta trasera. Tuve que irme al poco tiempo que llegué.

— ¿De emergencia dice? ¿Qué emergencia exactamente?

— Ammm... E es que... Ayer olvidé que hoy tengo un examen importante y regresé a estudiar. Usted sabe, un becario tiene que prepararse muy bien o sufre las consecuencias. Simplemente quise divertirme pero regresé en cuanto lo recorde — explicó tratando de sonar lo más convincente posible.

El mayor solo pudo mirarlo detenidamente en silencio, mirando si habia alguna señal de mentira en su actuar y hablar. Max le sonrió con nervios, sentía que incluso estana apunto de sudar por la presión.

— Usted no tiene alguna conexión con la mascara ¿Cierto? ¿Alguna amistosa o de complicidad?

— ¿Cómo dice? ¿La mascara? — preguntó fingiendo incredulidad

— Exacto, el hombre de cara verde que asaltó el banco, hirió a un hombre y armo todo un espectáculo en el club anoche. Justo después de que "se fue"

— Ammm no, yo a ese tipo no lo conozco para nada.

— Bien, tendre que tener más vigilado a ese hombre.

El Teniente se fue y Max suspiro con alivió, luego de eso volvio a entrar a la habitación.

Fuera del edificio el compañero del oficial lo esperaba dentro de una patrulla.

— ¿Y? ¿Qué tal le fue?

— Estoy seguro de que gue él, pero necesito pruebas.

— ¿Qué lo hace estar tan seguro?

— Tenia la playera rota, y ayer cuando le dispararon a la mascara un pedazo de tela de su corbata de calló y termino así.

El teniente le mostró a su compañero el pedazo de camisa que justamente le hacia falta a Max.

MASCARA - • 10 citas para enamorar • - Maxley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora