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୧୧ 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐘 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀 ୨୨
se entrelaza el corazón
━━━━ una llama que arde
con pasión y traición.
Prometí protegerte y t...
En la noche oscura donde ya no brillas, mis lágrimas caen como suaves astillas. El amor que floreció se marchitó, y en su lugar, un vacío quedó.
Las risas compartidas se tornan en susurros, cada mirada, un recuerdo que murmuro. El tiempo no sana, solo ahonda el dolor, mientras guardo en el alma un eterno adiós.
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Las peleas con tu padre se hacian mas presentes,una noche, con el corazón pesado por las palabras crueles de su padre, Ryami salió de casa sin rumbo fijo. Las lágrimas caían por su rostro mientras se adentraba en el bosque, sin importarle los peligros que acechaban en la oscuridad. La rabia y la tristeza la impulsaban a alejarse, buscando un lugar donde pudiera liberar su dolor.
Después de caminar por un tiempo que pareció eterno, llegó a un estanque iluminado por la luz de la luna. El agua reflejaba las estrellas, y por un momento, se sintió atraída por su belleza. Se sentó en la orilla, dejando que la calma del lugar la envolviera, aunque su mente seguía agitada.
Las palabras de su padre resonaban en su cabeza. La crueldad y la amargura que había acumulado a lo largo de los años parecían apoderarse de cada rincón de su ser. Se sintió atrapada, como si no tuviera a dónde ir ni a quién acudir. Kohaku era su único consuelo, pero en ese momento, la distancia que había entre ellos la hacía sentir más sola que nunca.
Con un suspiro profundo, Ryami miró el agua, viendo su reflejo distorsionado por las pequeñas ondas. El estanque era un refugio, un lugar donde podía llorar sin temor a ser juzgada. Se permitió sentir el dolor que había reprimido por tanto tiempo, dejando que cada lágrima que caía se convirtiera en un pequeño alivio.
Mientras pasaba la noche allí, el silencio del bosque la envolvió, y poco a poco, se fue sintiendo más tranquila. A pesar del caos en su corazón, el entorno le ofrecía una sensación de paz. Cerró los ojos, sintiendo el frescor de la brisa nocturna, deseando poder encontrar la fuerza para enfrentar lo que vendría.
