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୧୧ 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐘 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀 ୨୨
se entrelaza el corazón
━━━━ una llama que arde
con pasión y traición.
Prometí protegerte y t...
Amé tus palabras, pero me hiciste caer, la dulzura se vuelve espinas al renacer. En la venganza hallo la fuerza para avanzar, lo que un día fue amor, ahora es un duelo a ganar.
Te quise con fervor, pero el rencor me abraza, y en cada latido, la justicia se hace. De las cenizas del amor, una sombra se alza, pues en este juego, mi corazón se desplaza.
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Meliodas observaba desde la distancia, un nuevo objetivo en su camino de destrucción. Era un día común en el reino de las diosas, cuando de repente, un destello de luz captó su atención. Al acercarse, se encontró con una figura que le resultó extrañamente familiar: Elizabeth, la diosa suprema.
Ella estaba rodeada de un resplandor que parecía atraer a todo lo que la rodeaba. Su presencia era etérea, como si la misma naturaleza respondiera a su llamada. Meliodas sintió una extraña mezcla de curiosidad y desdén. Las diosas eran sus enemigas, y no podía permitirse dejarse llevar por sus encantos.
Cuando Elizabeth lo vio, sus ojos se iluminaron con una mezcla de sorpresa y reconocimiento.
-¿Eres tú, el famoso Meliodas? -preguntó, su voz suave y melodiosa, como un canto en el aire.
Meliodas se cruzó de brazos, intentando mantener su expresión fría. -Soy solo un demonio que busca cumplir con su deber. No tengo interés en ser famoso.
-A pesar de eso, tus acciones hablan por sí solas -replicó ella, acercándose un poco más-. La guerra que se avecina no es solo entre nuestros pueblos, es una lucha entre la vida y la muerte.
Su tono era sincero, y por un momento, Meliodas sintió una chispa de interés. Nunca había conocido a una diosa que hablara de manera tan directa. Sin embargo, rápidamente desechó esa idea.
