6. Te Amo

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Diciembre

Faltaba una semana para que Melissa se fuera a Italia y aunque no lo quise hacer notar, Sofía se dió cuenta de mi estado emocional.

—¿Tanto quieres a tu amiga? —preguntó celosa

—Claro que la quiero, la conozco desde que tengo uso de razón y no te pongas celosa de ella por favor.

—Ella no te ve como amiga Christina —y otra vez con ese tema.

—Te equivocas Sofía, ella tiene novio.

—Lo sé, pero no lo ve como te ve a ti.

—Estas imaginando todo eso amor, ella se muere por Fernando. Por favor no discutamos ¿si?

—Está bien, mañana vendré para quedarme a dormir. ¿Puedo? —no sé si le agradará mi respuesta pero tenía que decirle.

—Mañana estaré con Melissa. Será nuestra despedida porque luego tendrá que hacer sus papeleos, exámenes y más cosas.

—¿Es en serio? —Sofia bufó para luego verme con rabia

—Si, discúlpame, ¿Qué te parece el sábado?

—Ok, ya me voy —quiso levantarse de la cama pero no la dejé ir.

—Amor no te enojes por favor, entiende que es la despedida de mi mejor amiga. Además, ya no estará aquí y ahí si seré completamente tuya.

▪️▪️▪️▪️▪️

—¿Vemos película?

—¿Qué quieres ver? —le pregunté algo cabizbaja porque realmente yo quería beber con ella.

A los quince años lo hicimos por primera vez pero morí rápido y ahora por su despedida pensé que era buen momento de volver a hacerlo.

—Lo que tú quieras

—Yo quiero tomar contigo Melissa —mi amiga se quedó sorprendida por mi propuesta.

—¿Tomar? ¿Desde cuándo tomas?

—¿Podemos?

—Si prometes que no caerás rápido como la primera vez está bien.

—Éramos unas niñas, obvio no iba a soportar

—Cuando decidiste tomar no fuiste niña Christina —ella me refutó divertida.

Nos las pasamos tomando unos tragos que su papá tenía guardado. Ya era de madrugada y me llegó un mensaje de Sofía y aunque le respondí como pude supongo que se daría cuenta por como escribí.

Luego cuando quise pararme para ir al baño no pude permanecer de pie y Mel me tuvo que ayudar.

—Pesas mucho Chris

—Heeey baby, si te vaas a que...jar —ya no podía ni hablar —meejor no —me dió hipo —me..jor... No..me..ayu...des.

—No sirves para tomar Christina.

—Cla..roo como tú... Eres una borra..cha pro...fesio..nal

Entré al baño pero Melissa tuvo que hacerlo conmigo para ayudarme si no quería que muriera ahí adentro y la mandaran presa. Cuando regresamos a su cama me puse a llorar.

—Nena, ¿Por qué lloras?

—Por..que me deja..rás baby, me harás falta —Melissa me quedó viendo en silencio por un momento y sonrió.

Destino o Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora