Fiesta de halloween

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Hoy es 31 de octubre y con mis amigas decidimos ir a una fiesta de disfraces que organizaron unos chicos de la universidad.

Llegamos al lugar, una casa antigua decorada con luces naranjas, telarañas y calabazas en cada esquina, el ambiente estaba lleno de risas, música fuerte, y personas disfrazadas de todo tipo de personajes, yo estaba disfrazada de ángel, con un corset que apenas me dejaba respirar pero levantaba mis tetas y me hacía unas curvas que se veían espectaculares, también me puse una falda que apenas y si es que me tapaba las nalgas, y mis alitas y una corona de angel.

Mis amigas fueron a buscar algo de beber, yo me quedé observando la pista de baile y entonces lo vi.

Un chico, alto y delgado, con un pasamontañas que cubría la mitad de su rostro, dándole un aire de misterio vestía pantalones y una polera negra, y su porte tenía algo que me intrigaba.

Nuestras vistas se cruzaron y mi coño empezó a cosquillear.

Hoy va a ser mío.

Mis amigas llegaron y yo lo perdí de vista, trajeron vodka y yo bebí lo más que pude hasta que quisimos ir a bailar, ahí empezaría mi plan.

Ya me sentía un poco ebria, pero no demasiado, estaba toda sudada  debido a toda la gente que se encontraba en el lugar, pero no me importaba.

Empecé a bailar sola, me movía al compás de la música y cerré mis ojos, sentí una mirada en mi pero la ignoré, empecé a masajear mis pechos por encima del corset y a mover mis caderas como si mi vida dependiera de ello, bailé y bailé hasta que logré mi objetivo.

Unos brazos se envolvieron en mi cintura y me apegaron a alguien, alguien que tenía una gran erección, alguien que se moría por follar.

Mi culo se empezó a restregar en aquella erección y las manos de esa persona me apegaban mas hacía sí, yo me movía y me movía, mi coño se sentía húmedo y ansioso, pidiendo ser clavado por alguna polla.

Luego de varios minutos así, me doy media vuelta y me encuentro con el chico del pasamontañas que ví cuando llegué.

Acerco mi boca a su boca y lo beso encima del pasamontañas, él continúa el beso tomándome de la cintura y apegándome a el.

-Vamos al baño -le grito ya que la música es demasiado fuerte.

El asiente y me toma de la mano.

Llegamos a nuestro destino y nos encerramos en un cubículo, le empiezo a desabrochar el pantalón y saco su enorme polla que se encuentra rosadita en la punta y con un liquido que hace que le brille, no dudo en arrodillarme ante el y metérmela en la boca, la mete y la saca de mi boca sin parar, hago una que otra arcada pero las ignoro, la saco de mi boca y lo empiezo a masturbar con mis dos manos, lo escucho gemir y eso hace que me ponga aún mas cachonda, cuando el se corre, subo la pequeña falda que traía puesta quedando una pequeña tanguita de encaje a su vista, el la rompe y se la guarda en el bolsillo.

-Esto queda para mí -dice.

Saca un condon de su bolsillo para ponérselo en la polla y yo me doy vuelta poniendo mi culo en pompa para que sea follado por el chico del pasamontañas, su polla entra de una en mi coño y yo lo único que hago es gemir como una puta loca, sus embestidas son rápidas y duras, el sonido de nuestros cuerpos chocando, mis gemidos y la música de afuera es lo único que escucho.

-Más, más fuerte -le digo y él obedece.

Mientras me embiste me nalguea el culo y el escozor me excita aún más, estamos así durante unos minutos hasta que nos corremos.

Cambiamos de condon y de  posición, el se sienta en el wc que obviamente está con la tapa abajo y yo lo cabalgo como una jodida perra en celo, haciendo que su polla entre en lo más profundo de mi, seguimos así pero cuando estoy a punto de tener mi orgasmo el me detiene.

-Quiero que me hagas una rusa -dice mirándome fijamente.

Me salgo de su polla, le quito el condon  y me arrodillo nuevamente ante el, tomo mis pechos con mis manos y el posa su polla entre ellos y lo empiezo a masturbar.

Cuando está a punto de liberar el orgasmo le vuelvo a poner el condon y me siento en su polla cabalgándolo hasta que ambos liberamos nuestro orgasmo.

Descanso sobre su polla un momento y luego me pongo de pie para comenzar a vestirme bajo su atenta mirada.

-Dame tu número de teléfono -dice sin ánimos de taparse la polla.

-Lo siento hermoso, yo no repito -digo con una sonrisa burlona tomando mi pequeño bolsito del piso.

El se pone de pie y me toma del cuello apretándolo levemente.

-Si yo te digo que me des tu número, me lo das y punto -susurra en mi oído haciendo que se me erice la piel y me vuelva a cosquillear el coño.

El abre mi bolso, toma mi teléfono que por cierto no tiene clave, le saca foto a mí número de teléfono, se mete la polla en el pantalón y antes de irse me habla.

-Adiós hermosa -me guiña el ojo y se empieza a ir.

-Al menos ¿Me dejarás ver tu rostro? -pregunto cuando está a punto de cruzar la puerta.

-Lo verás, pero no hoy -dice y se pierde de mi vista.

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