re zero: La mente olvida pero el corazón no

Capítulo 1: Prólogo

Hola a todos, si estás leyendo esto, bienvenidos a esta nueva historia que he decidido crear.

Como probablemente puedas deducir por el nombre y la sinopsis, esta historia es de hecho una temida historia derivada de Re: Forgotten, así que, en otras palabras, estoy haciendo el equivalente en fan fiction de saltar el tiburón jajaja.

Pero bromas aparte, la razón principal por la que decidí escribir este capítulo en particular fue porque realmente quería explorar la idea de lo que el olvido de Subaru realmente le haría a los personajes principales, considerando el impacto que tiene en la vida de todos durante su tiempo en el mundo de re zero.

De todos modos, si lees esto, esperando una historia épica y grandilocuente sobre Subaru, vengándose de todos, desafortunadamente te decepcionarás, considerando que quiero explorar lo que le sucedería de manera realista a alguien, que fue torturado continuamente durante casi un año, por personas que él consideraba amigos nada menos, y el impacto emocional y psicológico que eso tendría en ellos.

Pero ya he estado divagando demasiado, así que para no ahondar más, os presento el primer capítulo de La mente olvida pero el corazón no.

"¡Supongo que no eres mi contratista! ¡Escoria de cultista de brujas!"

Esas fueron las palabras que finalmente lo destrozaron. No las incontables y agonizantes muertes, a manos de sus enemigos e incluso a manos de sus supuestos amigos. No fue el interminable y silencioso sufrimiento, por no poder contarle a nadie sobre su dolor, sin siquiera tener el lujo de escuchar de ellos, lo que al final valió la pena. Pero no, esas simples 11 palabras fueron todo lo que se necesitó para quebrar el espíritu de Natsuki Subaru, cada una de ellas haciendo exactamente lo que cientos de muertes espantosas y agonizantes habían intentado pero siempre habían fallado en hacer. De hecho, si hubiera tenido la energía o la capacidad para hacerlo, Subaru probablemente se habría reído de lo amargamente irónico que era, porque parecía que el viejo dicho "el karma es una perra" realmente se hizo realidad al final.

Sin embargo, incluso con su espíritu irreversiblemente roto y destruido, durante mucho tiempo una pequeña parte de la psique de Subaru sigue aferrándose a la frágil esperanza de que sus amigos eventualmente lo recordarán y vendrán a salvarlo de esta pesadilla viviente. Pero a medida que los días de tortura sin sentido y agonizante se convirtieron en semanas y luego, finalmente, en meses, esa esperanza, al igual que el resto de sus sentimientos, murió lentamente, una simple falta de emoción llenó rápidamente el vacío que dejó atrás.

Pero la nada vacía, donde solía estar la emoción de la esperanza, no siempre se desvaneció y estaba vacía. Al principio, cuando la esperanza se desvaneció, fue reemplazada por desesperación y tristeza, con Subaru pasando días y semanas llorando en esa celda, rogando a alguien que lo ayudara o lo liberara de esta tortura. Pero eventualmente la tristeza se desvaneció, siendo reemplazada por amargura y rabia, con Subaru gritando como un loco, maldiciendo a todos los dioses conocidos por la raza humana, así como usando todas las malas palabras que se sabía que existían. Con su diatriba de blasfemias y maldiciones sin siquiera ser interrumpida por su tortura, de hecho, la tortura solo pareció alimentar su ira, lo que provocó que enviara más maldiciones y blasfemias a sus torturadores, quienes a pesar de su diversión simplemente responderían devolviendo toda su rabia y enojo como métodos de tortura más severos y creativos.

Sin embargo, eventualmente, la ira y la furia rápidamente comenzaron a desvanecerse, y el espacio que ocupaban simplemente fue reemplazado por una nada entumecida. Los torturadores de Subaru también notaron esto, pensando que el supuesto cultista finalmente estaba roto y estaba listo para revelar todos sus secretos. Pero para su consternación y enojo, finalmente dejó de hablar por completo, los únicos sonidos que haría a partir de ese momento fueron sus gritos y alaridos de agonía mientras lo brutalizaban por completo. Pero finalmente, incluso sus gritos y alaridos de agonía finalmente se desvanecieron, convirtiéndose en nada más que gemidos silenciosos de dolor mientras infligían una brutalidad absoluta sobre su cuerpo.