III

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Cuando despertó no noto que algo estaba mal al instante; pero si sentía algo de frío, la luz del sol le estaba dando en la cara y había despertado sin alarma; lo que si lo alertó por el tema que debía hacer muchas cosas antes de subir a un avión y llegar a Bakú.
Y fue hasta que se levantó de la cama que supo que estaba mal; esa no era la habitación donde habia dormido la noche anterior, además de que estaba desnudo, la noche anterior Max y él no habían hecho nada, sobre todo porque el holandés seguía sintiéndose culpable por lo ocurrido en la cena y algo no estaba del tamaño que debía estar. Lo que terminó de confirmar que lo que ocurría era una pesadilla, fue ver entrar a Cristiano completamente desnudo a la habitación.
—¡Ay virgen santa! —grito antes de voltearse y tratar de cubrirse, lo que empezaba a pensar que no era su cuerpo.
—Javi, ¿Pasa algo? Digo, no es como si nunca te hubiera visto desnudo —dijo divertido el futbolista, Checo se repitió así mismo que le había dicho Javi —. ¿Javi?
—No soy Javier —replicó sin girarse, no quería verlo así.
—Entiendo, ¿Y quién eres entonces? —lo había preguntado en un tono de burla y sensualidad, como si pensara que su pareja quería jugar a los roles antes del sexo matutino.
—Checo.
—Javier, eso no es divertido.
—No miento, no soy Javier.
—Aja, y si eres Checo dime algo que solo él sabría.
—Brasil 2014, te emborrachaste tanto que acabaste en el hotel con un turista, te conocí dos días atrás y me marcaste para que te recogiera porque no querías que Javier te viera de esa manera; también me hiciste comprar la píldora del día siguiente cuando eres hombre —dijo a lo que el otro corrió por ropa.
—Carajo si eres Checo —entro al armario para cambiarse ya que estar desnudo no iba a ayudar a lo que sea que estaba pasando.
—Y ahora que ya aclaramos eso, ¿Puedes darme ropa? Sé que todos tenemos lo mismo, pero me siento raro viéndoselo a Javier.
—Claro, espera —busco cualquier cosa para después aventarlo cerca de él —. ¿Cómo ha pasado esto?
—No lo sé, espero estar soñando, esto no puede estar pasando —respondí mientras se colocaba la ropa del futbolista; rodó los ojos al ver qué la playera era la camiseta de las chivas, ¿Qué karma estaba pagando?
—Sí tú estás en el cuerpo de Javier, ¿Javier está en el tuyo?
—No lo sé, pero esto no puede pasar, necesito estar en un avión está noche rumbo a Bakú, el fin de semana es importante.
—Y Javier tiene partido el sábado.
—Dame un celular, necesito marcarle —le dijo al portugués después de que los dos estuvieran vestidos; pero en el instante que le pasó el celular de Javier, noto que Saúl le estaba marcando —. Que raro.
—¿Qué?
—Saul marca —sin más contestó —. ¿Bueno?
—¿Javier?
—No, soy Checo.
—¿Seguro?
—¿Por qué no estaría seguro?
—Porque es el número de Javier, pero yo tampoco estoy seguro de quién soy en estos momentos —solo existía una persona que divagaba tanto al momento de hablar y ese era Memo, Checo rodó los ojos tratando de respirar.
—¿Eres Saúl o eres Memo?
—No lo sé, el espejo dice que soy Saúl pero sé que no lo soy, espera, ¿Cómo sé que eres Checo si le marque a Javier?
—¿Despertarte en otro cuerpo y te preocupa no estar hablando con la persona correcta?
—Claro, es importante para mí.
—A ver, si tú eres Memo y no Saúl y yo soy Checo y no Javier, quisiste pedirle matrimonio a Messi en el mundial del 2022 pero perdiste el anillo provocando un efecto mariposa donde quién se casó fue Javier.
—¿Qué? —el piloto escucho como Cristiano se quedaba mudo al respecto, todos recordaban ese día, solo que unos un tanto diferente que otros.
Memo había decidido que ya era tiempo de sentar cabeza, había comprado un anillo sumamente caro; se había esperado a la final del mundial; había manifestado y matado a una gallina para que Argentina ganará y en la celebración se le cayó el anillo.
Entre Checo, Javier y él habían estado buscándolo por todos lados, pero había tanta gente celebrando que se les había hecho imposible encontrarlo, era como buscar una aguja en un pajar. Hasta que milagrosamente Javier lo había encontrado pero al levantarse, Ronaldo se encontraba a su lado; la mirada se le dulcifico y después de darle el sí, todos comprendieron que había pasado.
Al final Memo había ayudado a Javier a por fin declararse al portugués y todo salió bien porque quién le pidió matrimonio al final había sido Lionel a Memo en medio de la celebración. Solo ellos tres sabían lo que realmente había sucedido ese día.
—Sí, eres Checo, Javier nunca lo aceptaría teniendo a su esposo en la misma habitación.
—Como sea, sí tú estás en el cuerpo de Saúl y yo en el de Javier, esos dos deben estar en nuestros cuerpos y debemos avisarles rápido.
—¿Por qué rápido?
—Para que no haya eventos traumáticos, además, debo saber si Max está bien.
—Checo, Max estará bien si un día tu no eres tú.
—Eso espero; a todo esto, ¿Dónde está Neymar?
—No lo sé, desperté solo en el sillón y en la cocina hay una nota que dice que salió y no sabe cuándo vuelve, ¿Crees que siguen peleados?
—Tal parece, como sea ¿Puedes marcarle a tu número? Yo haré lo mismo
—Sí, pero, ¿Qué hago cuando llegue Neymar?
—Pues le dices que no eres Saúl.
—Okay, te aviso que pasa.
Memo había colgado y para ese momento Cristiano seguía en la puerta del cuarto, a Checo le preocupaba que no pudiera procesar todo lo que había soltado de información.
—¿Estás bien?
—La pedida, ¿Sabes cuánta gente piensa que Javier lo planeó todo? Es un jodido héroe para toda mi familia, y ahora resulta que nunca tuvo intención de casarse conmigo —soltó entre enojado y triste.
—Eso no es del todo cierto, a Javier le daba miedo, el incidente del anillo solo provocó lo que él ya quería.
—Eso no es lo que dijiste.
—Sé que se puede malinterpretar, pero créeme que si tenía intención de pedirte matrimonio.
—Ustedes cuatro son muy raros.
—¿Raros?
—Se tapan entre ustedes, guardan miles de secretos y al mismo tiempo no saben nada; toda mi relación he sentido que me case con ustedes y no con Javier, les pregunta sobre todo y ahora resulta que la pedida no estuvo planeada.
—Cris cálmate, déjame explicarte.
—¿Qué me vas a explicar? Parece que Javier nunca quiso estar conmigo y acabamos de hablar de adoptar un niño pero nunca se quiso casar.
—¿Quieren adoptar?
—Ni ustedes sabían, ¿Qué más confirmación quiero?
—Perdoname Javier por lo que voy a hacer —Checo ya no había encontrado otra forma de hacérselo saber, así que respiro y soltó todo —. Le da miedo.
—¿Qué?
—Todo esto, tú, la relación, casarse, tener hijos —tal vez no había sido la mejor manera de plantearlo ya que el portugués ahora lucía sumamente triste, cuando Checo se dio cuenta de eso, trato de arreglarlo otra vez —. Eres su imposible, ¿Okay? Desde que te conoció no paró de hablar de ti, incluso desde antes no dejaba de hablar de ti, estaba emocionado por jugar en el mismo equipo y conocerte y ser compañeros.
>>Desde luego que no pensó que tuviera oportunidad de ser algo más, la vez que te invito a la comer con nosotros con tres horas de anticipación, fue Saul quien mando el mensaje porque Javier llevaba dos semanas invitandote y nada más no lo terminaba de hacer; ya pasaron muchos años y sigue pensando que un día despertarás y ya no lo querrás.
Seguramente Javier lo mataría por revelar tanto, pero no quedaba de otra.
—¿Entonces no debo esperar la demanda de divorcio? —preguntó con la voz rota.
—No, te ama demasiado, tanto que me da asco cuando solo habla de ti.
—Te abrazaría, pero me es raro que tengas la cara de Javier.
—Sí, mejor le marco a quien sea que esté en mi cuerpo.
—Haré de desayunar mientras —se quedó quieto un momento en el marco antes de agregar. —Neymar quiere pedirle el divorcio a Saúl.
—¿Qué?
—Me dijo ayer, ya tienen los papeles, tal vez esto les ayude, ¿no crees?
Cristiano salió de la habitación más tranquilo; pero siguiendo en el dilema de qué estaba pasando con todos, ¿Por qué sólo habían sido ellos quienes cambiaron? Checo mientras tanto se auto marcaba en la espera de que no hubiera pasado nada. Por lo que en casa de los Chestappen todo está patas arriba; Javier había despertado por una insistente melodía, había tratado de volver a dormir pero terminó por despertar al sentir una mano en su cintura; creyendo que al girar vería a su esposo, la cara de Verstappen fue una pesadilla.
En cuanto lo vio, gritó, no sabía que estaba pasando, ninguno sabía. Javier no tenía idea de que hacía en una cama con Verstappen, estaba seguro de haber dormido junto a su marido después de una gran noche de saltos; por otro lado Max estaba extrañado por la actitud de su pareja, este había corrido deprisa al baño y se había encerrado, para segundos después volver a pegar un grito; el holandés trató por todos los medios entrar al baño para saber qué estaba pasando pero quién creía que era su pareja no dejaba de repetir que él no era Checo.
Decidió entonces hacer algo de comer, tal vez su pareja no se sentía muy bien y por eso estaba un tanto histérico. Antes de bajar se cambió de ropa y escucho el teléfono del mexicano, contestó al ver el nombre de Javier.
—¿Hola?
—Max, ay que bueno que eres tú.
—¿Pasó algo? Checo está en el baño en una especie de ataque de histeria —decía un tanto preocupado
—Max, escúchame con atención, quién está en el baño no es Checo.
—¿De qué hablas? Yo lo vi despertar y correr al baño.
—Max, escúchame atentamente, yo soy Checo —luego de escuchar aquello el holandés soltó una carcajada que lo hizo detenerse en las escaleras. —Sí claro y yo soy Lando —siguió riendo bajando las escaleras —. Qué gran broma la que hicieron.
—Max, no es ninguna broma, yo soy Checo.
—Entonces compruébalo.
—Me lleva la chingada, dijiste que habías puesto tu peluche de león en las cosas de donaciones pero en realidad está escondido en tu parte del clóset dentro de la caja de los tenis de Mario Bros —la sonrisa de Max había desaparecido por completo. ¿Entonces quién era él que estaba en el baño de arriba con la cara de su pareja?
—¿Mijn liefje?
—Hallo kleine leeuw. (No sé hablar holandés ok?)
—Pero, si tú estás allá, ¿Quién está en el baño?
—Ese es el asunto, no sé cómo, pero cambiamos de cuerpo y justo ahora solo sé que estoy en el cuerpo de Javier con una playera de las Chivas; mientras que Memo está en el cuerpo de Saúl.
—¿Así que es probable que casi beso a Saúl o a Javier? —al menor le dieron arcadas solo con pensarlo.
—¿Max? ¿Estás bien?
—No, que asco, está bien que sea gay pero si los beso me cortó la lengua —el mexicano no pudo evitar reír ante los comentarios de su pareja.
—Crees poder subir al baño y preguntarle a la persona en mi cuerpo, ¿Quién es?
—Sí, ya voy.
El menor subió las escaleras y avanzó a la habitación; se colocó en la puerta del baño, pero no escuchaba nada, aún así tocó sin recibir respuestas.
—Pues chance ya se murió.
—¡Max!
—¿Qué?
—Abre la puerta y revisa.
—Está bien, ya voy —volvió a tocar antes de ir a buscar la llave en los cajones, una vez la encontró regresó a abrir el baño.
Adentro todo parecía estar en el mismo lugar de siempre, excepto por quién Max ya sabía que no era Checo.
—Ya sé que no eres Checo.
—Claro que no soy Checo, yo no tengo tan malos gustos —dijo indignado —. Soy Javier, ¿Qué está pasando?
—Ya encontramos a Javier —dijo Max al teléfono, de fondo se escuchó que Checo le hablaba a Cris y pronto el holandés ya le pasaba el teléfono a Javier.
Mientras eso sucedía en ambas casas; Memo ya había hablado a la suya; resultando en qué Saúl estaba en su cuerpo y no solo eso, había quedado traumado porque Lionel tenían tácticas para despertarlo bastante curiosas. No paso nada al final, Memo estaba entre enojado y divertido pero al final se puso modo serio y después de contactar a los demás, todos quedaron en casa de Checo para hablar de lo ocurrido, el problema había sido que Neymar no regreso hasta muchas horas después, cuando incluso Memo ya había encontrado ropa y preparado comida para cuando el brasileño volviera; lo cual fue lo que hizo creer al mencionado que le habían cambiado al marido, ya que en sus palabras Saúl hacía mucho tiempo que no tenían esas atenciones con él, lo que desencadenó que Neymar le platicara muchas cosas a Memo mientras comían.
—Entonces, ¿ya no lo amas? —preguntó Memo tomándose su jugo.
—Lo amo, pero se ha vuelto difícil hacerlo, cuando amas a alguien no debe ser difícil, sí, hay peleas y cosas pero se pueden solucionar; esto ya no va a ningún lado —a Neymar le había costado trabajo tomar la decisión final, había esperado por un último cambio de su marido, pero eso no había pasado y él ya se había cansado.
—En ese caso, Saúl es un pendejo.
—Pensé que te pondrías del lado de tu amigo.
—Es mi amigo y nos conocemos desde hace años, pero si está siendo un pendejo es mi deber decirle que la está cagando.
—Solo, no le digas lo del divorcio; creo que a estas alturas todos saben menos él.
—No te preocupes de aquí no sale nada.
El camino a casa de los Chestappen en el auto de Lionel estaba siendo todo un reto; comúnmente conducía Memo pero en esos momentos no quería dejar a un Saúl enojado dentro del cuerpo se su esposo conducir su deportivo. Lionel no estaba entendiendo el enojo de Saúl, ya se había disculpado, nadie se imaginaba que sus parejas iban a cambiar de cuerpo entre ellos; aún así había tratado de averiguar que tenía el mexicano, pero solo había aceptado un café y luego se quedó en la sala sentado esperando por irse.
—¿Puedo preguntarte por qué estás tan enojado?
—No te incumbe.
—Bueno —el argentino pensó que la conversación iba a morir ahí, hasta que el boxeador volvió a hablar.
—Neymar está enojado conmigo —dejo un momento en silencio para que el mexicano pudiera desenvolverse —. ¿Por qué les cae bien Max?
—¿Qué? —Eso era algo que no pensó escuchar.
—¿Por qué les cae bien? Vimos a Checo llorar y romperse por completo y lo tratan como si nada hubiera pasado.
—Porque Max se disculpó, acepto su cagadero, acepto que fue una mala persona tanto como pareja como compañero, lo acepto —Lionel había sido el primero en su momento en decirle a Checo que lo dejara, pero Max les había pedido apoyo y ahora era una persona totalmente diferente.
Saúl ya no dijo nada, estaba irritado, en parte por la discusión con Neymar, agregando el cambio de cuerpo, que tenía hambre a pesar de que él nunca tenía hambre por las mañanas y la maraña de pelo de Memo pesaba demasiado y era horrible peinar, por algo él era pelón. Al llegar a la casa, terminaron siendo los últimos y para Saúl fue un shock total verse sentado en la mesa con short y playera para correr mientras le ayudaba a Neymar a cortar cebolla.
—Que bueno que ya llegaron, Ronaldo se puso a cocinar para calmar las cosas —dijo un Max sonriente, al pasar por la casa encontraron a Javier con la playera del América y a Checo con la de las Chivas, cosa que hizo reír a Lionel.
—Necesito una foto de este momento tan épico —dijo el argentino sacando rápidamente su celular y tomando la foto, los susodichos no se inmutaron, siguieron con su existencia sin hablarse.
—¿Qué les pasó? —preguntó Saúl a nadie en concreto.
—Pues, Checo está en el cuerpo de Javier y Javier en el de Checo; al verse Checo le mentó la madre a Javier por ponerse la playera del América y viceversa, se las cambiaron pero ahora Checo en cuerpo de Javier tiene la del América y Javier en cuerpo de Checo tiene la de las Chivas —respondió Max con una lata de cerveza corona en la mano.
—Voy a enmarcar este momento.
—Memo, controla a tu marido —dijo Javier/Checo, sin moverse de su espacio.
—¿Lío? —Memo en cuerpo de Saúl levantó la cabeza al escuchar aquello y sonrió al ver a su marido, ya habían pasado muchas horas sin él.
—Sip, ese sí es mi marido —dijo antes de ir con él; Saúl y Max se habían quedado a la mitad de la sala solo existiendo.
—¿Quieres una cerveza? —preguntó Max probando suerte.
—Bueno.
El hondureño regresó a la cocina para tomar una nueva lata y después regresar para dársela a Saúl/Memo; no estaban conviviendo entre sí, solamente existían uno al lado del otro y eso ya era un avance. Saúl no había querido acercarse a Neymar porque no sabía ni que decirle. Un rato después y cuando la comida ya estaba lista, todos en la mesa parecían estar revueltos y dispuestos a resolver eso.
—Yo digo que vayamos a Catemaco —propuso Javier.
—El problema es que nosotros ya debíamos estar en Bakú para hoy, ir a Catemaco hará que lleguemos aún más tarde.
—¿Y qué prefieres? ¿Llegar tarde o que Javier conduzca tu auto?
—Prefiero matarme de una vez que verme con la playera de las Chivas.
—Te tocará jugar en mi lugar si no vamos.
—Al chile si ganaría.
—Eso quiere decir que Memo tendrá que pelear el sábado por mi.
—Y que Saúl va a tener que atajar los penales del sábado.
—¿Catemaco?
—¿Después de comer?
—Absolutamente.

...

Me mareé solita escribiendo esto, eso de aclarar quién es quién, hasta yo ya no sé quién era quien jajajajajjaja.

En fin, probablemente el siguiente capítulo llegue la siguiente semana, porque esto está más difícil que hacer mi tesis y una necesita salir de la universidad.

Y pues ya, los veo luego, gracias por votar ✨💙

Por cierto si alguien consigue una imagen de Javier con la playera del América y de Checo con la da las Chivas, mandenmela estará muy cagado eso

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Por cierto si alguien consigue una imagen de Javier con la playera del América y de Checo con la da las Chivas, mandenmela estará muy cagado eso

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