Gol, Podio And Knockout

IV

—¿Y los árboles?

—¿De qué hablas?

—Yo leí que en Catemaco había árboles, de esos pinos grandes.

—Max, es Veracruz, no hay pinos, es una selva.

—Bueno eso, ¿señor barquero vamos a tener que cruzar por ahí?

—No, ustedes van al centro de la isla, la zona comercial, no recomiendo que se metan ahí sí no saben.

—¿De dónde leíste que hay un bosque?

—En ningún lado.

—¡Max Emilian!

—De un fanfic, ¿okay?

—¿Fanfic?

—Sí, ya sabes, las historias que hacen de nosotros en internet, en ese debía ir a Catemaco con Sainz para sacarte un demonio del cuerpo.

—¿Y por qué tenía un demonio?

—Porque se aprovechaba de tu depresión para meterse en ti y todo el tiempo trataba de hacerme cosas.

—¿Max?

—No, ya me dio pena.

—Estamos llegando, agarren sus chivas; una vez abajo caminaran hasta el centro de la isla, el camino del muelle los lleva, no se pierden, una vez ahí pregunten por el brujo mayor.

—¿Usted no nos llevará hasta allá? —preguntó un espantado Memo en el cuerpo de Saúl.

—No, yo debo volver por más viajes, no les pasará nada, solo sigan el camino y procuren no quedarse a dormir —el señor que los había llevado en la lancha terminó por estacionarse cerca del muelle.

Lionel y Neymar bajaron sumamente mareados; Ronaldo no quería que se le notara el susto pero estaba más pálido de lo normal. Checo/Javier por más tranquilo que quería lucir tenía miedo de que su viaje fuera en vano; Javier/Checo se había dormido todo el camino para no vomitar; Saul/Memo bajo como si nada, pareciendo más aburrido que otra cosa, Memo/Saúl se veía espantado por todo. Finalmente Max era él único que se veía emocionado por estar en la isla, cosa que ninguno podía explicar.

Finalmente todos obedecieron al señor, a la mitad de camino del muelle, al dar la vuelta para despedirse se dieron cuenta que el señor ya no estaba y no habían escuchado el motor de la lancha. Decidieron a su modo ignorar lo que estaba pasando y continuaron su camino; tal vez eran las supersticiones del lugar o el miedo ya impuesto sobre todo eso pero Checo no podía negar que todo el lugar soltaba una carga muy pesada de energía; todo el camino se encontraron con puestos ambulantes con velas, cuarzos y santos; así también como establecimientos que ofrecían suerte, fortuna, amarres y entierros.

Más de una vez tuvieron que jalar de regreso al camino a Javier/Checo y a Memo/Saul; eran demasiado fáciles de impresionar, por lo que de esa manera llegaron a lo que supusieron era el centro del pueblo; las instrucciones del barquero fantasma solo habían sido que llegarán al centro y preguntaran por el brujo mayor lo que presento un problema porque de repente era como si nadie existiera en el pueblo, se escucharon un par de campanadas y lo que parecía ser una procesión entró por una calle pasando por enfrente de ellos; notaron que llevaban vestimentas blancas y lo que parecía ser un ataúd.

Los que ya iban espantados solo reafirmaron su espanto y mientras que los demás sin contar a Max reafirmaron sus pensamientos de querer irse. Ninguno ya sabía que hacer, estaban a punto de regresar al muelle cuando Saúl/Memo vio a una señora cruzar la plaza, la señora se veía grande, caminaba encorvada con ayuda de un bastón; camino hasta ella para pedir ayuda.