VI

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—¡Javier ya abre, que vamos tarde! —la voz de Max se colaba por la puerta, esto junto a los golpes en la misma, Javier seguía mirándose en el espejo sin saber cómo iba a pasar como Checo en las entrevistas.

La noche anterior ya se había suscitado una conversación extraña con el jefe del piloto, lo había cuestionado con la relación con Max, porque el Holandes al llegar al hotel había pedido un cuarto aparte; lo que terminó por alertar a todos pero él iba fresco a todas partes. En cambio Javier no estaba cien por ciento seguro de poder terminar con esa semana. Suponiendo que era una semana, porque sí duraba más, él solito chocaría el auto para irse de ahí.

Pero eso implicaría que el verdadero Checo nunca volviera y tampoco quería eso; Max no era su persona favorita, pero Sergio era feliz con él, no sabía cómo, pero lo era y debía respetar eso. Se miró una última vez en el espejo para luego tomar la mochila con sus cosas y salir del cuarto al momento en que Alice, la asistente de Checo llegaba a ver qué ocurría.

—Lo siento, las alarmas no sonaron —dijo tratando de sonar Checo, pero no tenía idea de como hacer eso.

—No sé que ocurre entre ustedes, pero más les vale resolverlo y que esto no arruine la carrera, ¿oyeron? —Alice los miraba como si fueran niños que habían roto un jarrón, Max asintió y Javier solo los siguió en silencio.

El camino hasta el paddock había sido silencioso, entre los nervios de los dos y que realmente no sabía qué hacer en esos momentos. Al llegar Max paso el pase con la cara de Checo y Javier solo lo seguía, algunas cámaras los grababan y trataba de sonreír pero siempre mirando hacia abajo y siguiendo a una distancia considerable a Max; lo cual alertó a la mayoría del lugar.

Lo común era que llegarán de la mano y no dejarán de jugar; pero todo era diferente, algunos pilotos pasaron a su lado para saludarlos y Javier apenas pudo decir nada. Finalmente en el Hospitality de Red Bull se encerraron en una oficina en lo que llegaba Horner.

—Okay, solo encárgate de responder las preguntas de la carrera de Checo, van a seguir con lo del contrato y esas cosas; probablemente también salga lo de Catemaco porque fue noticia pero cualquier pregunta de nosotros solo di que eso es entre la pareja y ya —Max hablaba deprisa caminando de un lado al otro dentro de la oficina.

—Hoy solo hacemos pruebas de que los autos están completos y las entrevistas; después de eso podemos irnos —continuó diciendo caminando aún más rápido, cosa que a Javier ya le comenzaba a preocupar porque su esposo hacía lo mismo antes de un ataque de pánico. —Así que no tendríamos que tener el menor inconveniente, solo es acabar el fin de semana y el lunes ya todo está bien otra vez y...

Max no pudo terminar su oración porque Javier/Checo le había cruzado la cara con una bofetada; la mano de Max subió rápidamente a su mejilla y todo en el momento exacto donde Horner, los ingenieros y Alice entraban por la puerta mirando a la pareja desconcertados. Javier se puso a lado de Max sonriendo nerviosamente, mientras todos entraban a la sala.

—No me voy a meter en sus asuntos maritales, pero estamos peleando dos campeonatos y me gustaría que su atención esté en la estrategia de este fin de semana y no en golpearse mutuamente.

—Lo siento —dije bajando la mirada sin saber que más hacer.

—Como sea, Mclaren cada fin trae el auto más ilegal que antes y suponemos que la FIA ya está al tanto de esto pero no va a hacer nada; por lo que necesito que en las prácticas, Qualy y carrera, hagan lo que tengan que hacer para ganarles a Norris y Piastri.

—¿Puedo sacarlos de la pista?

—Sí, lo que sea.

—Horner, el auto no sirve, no es cómodo para conducir, ¿cómo me pides que haga lo que sea, sí lo que sea es exactamente lo que no hace el auto? —Max y todos veían anonadados a Javier/Checo, Checo nunca había puesto peros en una orden que viniera de Horner, pero Javier había escuchado tantas veces las quejas de Checo que sabía a lo que se enfrentaba. —La respuesta a esto no es hacer lo que esté en nuestras manos, es que ustedes arreglen ese traktor.

Gol, Podio And KnockoutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora