Saliendo de la Rutina

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Detroitt abrió la puerta de su pequeño apartamento y dejó caer su maletín en el suelo. El eco del golpe resonó en el silencio de la noche. Había sido otro día largo en el trabajo, y su cuerpo se sentía pesado mientras se dirigía a la cocina en busca de algo rápido de comer. Mientras sacaba una cerveza de la nevera, su teléfono vibró en la encimera.

Al desbloquearlo, Detroitt vio una cascada de mensajes de su jefe, cada uno más insistente que el anterior. "Te necesito en la oficina mañana más temprano de lo normal. Tenemos que preparar la presentación. Es crucial." Detroitt dejó escapar un suspiro profundo, sus dedos temblaron ligeramente mientras tecleaba una respuesta escueta: "Ok, estaré allí."

Se dirigió al baño y se miró en el espejo, viendo el cansancio reflejado en sus ojos. Se desvistió y se puso su pijama, arrastrándose hacia su cama. Mientras se acostaba, su mente seguía en constante movimiento, incapaz de encontrar la paz que tanto anhelaba. Giró la cabeza para mirar el techo y, en un susurro que solo él podía escuchar, se habló a sí mismo.

"Estoy cansado de esto, pero no sé qué más hacer."

Justo en ese momento, su teléfono vibró de nuevo, iluminando la habitación con su luz. Era un mensaje de Adita, una amiga que no había visto ni oído en semanas. "Hola, Detroitt. ¿Cómo estás? hace un tiempo no hablamos."

Detroitt sonrió débilmente al ver su nombre en la pantalla y comenzó a escribir su respuesta. "Hola Adita, estoy bien pero cansado. Últimamente he estado muy ocupado, por eso no te he escrito. Pero que bueno que escribes, esta mañana tuve una idea extraña.

La respuesta de Adita llegó casi de inmediato. "Estoy bien, gracias ¿Idea? Cuéntame"

Detroitt frunció el ceño, pensando en las muchas veces que había sentido esta insatisfacción, pero sin una salida clara. Y entonces, casi impulsivamente, escribió: "Cualquier cosa. Hagamos una banda."

Hubo una pausa en la conversación, y por un momento, Detroitt pensó que tal vez había sido demasiado directo. Pero luego, el teléfono vibró de nuevo. "Interesante idea. ¿Cuándo nos vemos para planearlo?"

Una chispa de emoción despertó en Detroitt. Se sentó en la cama y rápidamente escribieron algunos detalles, organizando un encuentro para el fin de semana. Pero no podía hacerlo solo. Necesitaba a alguien más, alguien con quien ya había compartido sueños fallidos en el pasado. Y ese alguien era Jhosep.

Sin pensarlo mucho, Detroitt buscó en sus contactos y le envió un mensaje. "Hey Jhosep, ¿cómo estás? Tengo una idea loca y quiero que te unas. Quiero empezar una banda."

La respuesta no tardó en llegar. "¿Otra banda? Detroitt, ya hemos pasado por esto. ¿Recuerdas todas las veces que fallamos? deja te recuerdo:"

Vemos flashbacks de cuando intentaron tener bandas en sus pasados.

Detroitt se mordió el labio inferior, consciente de los recuerdos a los que Jhosep se refería, pero determinado a no dejar que esos fracasos definieran su futuro. "Lo sé, pero esta vez será diferente. Tengo un buen presentimiento."

Después de unos momentos de espera que parecieron eternos, Jhosep finalmente respondió. "Vale, me convenciste. ¿Cuándo empezamos?"

Al día siguiente, Jhosep llegó puntual al punto acordado: una cafetería al aire libre. Miró alrededor y vio que no había sillas disponibles. Con cierto nerviosismo, se acercó a una mesa con dos sillas, una ocupada por una chica y la otra desocupada.

—Perdona, ¿puedo sentarme un momento mientras espero a alguien? —le preguntó a la chica.

Ella levantó la vista de su libro y sonrió amablemente.

Un Mal SueñoWhere stories live. Discover now