Save me [Kinnporsche]

III

La luz de la mañana se coló por el ventanal, se frotó los ojos y se estiró en la frondosa cama.

Recordó que su padre ya había realizado una futura, no tan lejana, alianza con los Kittisawads, la pedida de mano sería unos días después del primer celo del omega. No podía evitar sentirse feliz pero trató disimular.

Después de asearse se dirigió al comedor porque los reyes decidieron realizar un banquete para anunciar el futuro compromiso entre Bangkok y Ayutthaya.

Saludó educadamente a todos los presentes y divisó una silla libre al lado de Porsche, sonrió a sus adentros y tomó asiento.

Los reyes Kittisawads y Theerapanyakul se miraron de soslayo, seguido de eso se levantaron los dueños de casa llamaron la atención de los invitados.

- Queremos anunciar a todos ustedes, que mi Porsche tiene un pretendiente ya elegido. - habló Khun con una gran sonrisa.

Los murmullos no tardaron en inundar el gran salón del comedor, muchos tenían curiosidad por saber quién era el afortunado y otros creían que ellos habían sido afortunados para tener un omega como Porsche.

- Ese pretendiente es el alfa... - hizo un largo silencio para dar suspenso al anuncio. - Kinn Theerapanyakul, principe de Bangkok. - sonrió terminando su discurso.

Las miradas recayeron en Kinn y Porsche, mucho se acercaron a felicitar y algunos refunfuñaron en sus asientos.

Kinn tomó de la mano a Porsche y besó el dorso de este mismo, viendo como el omega se ponia tímido y sus mejilla se tornaban rosadas.

"Hermoso" habló internamente.

- Cómo saben, es tradición que la pedida de mano sea después del primer celo del omega, así que se acatara como es debido. - informó Chan y miró a la futura pareja de reyes sonriendo en el acto.

- Sin más que siga el banquete desayuno, disfruten porque aún quedan 5 dias más para divertirnos.- Khun exagero con las manos avivando la buena aura en el comedor, llenando de risas y charlas entre los reyes de los distintos reinos.

Después del desayuno, la mayoría de reyes regresaron a sus aposentos para cambiarse de traje y seguir con la celebración.

Kim estuvo buscando un traje apto, pero se decidió por uno negro con detalles dorados que acentuaba su blanquecina piel.

Al salir de su habitación, optó por buscar los aposentos de Pete, al encontrarlo titubeo antes de tocar la puerta.

- Adelante. - la suave voz de Pete resono y Kim ingresó.

- Príncipe Pete, ¿podemos hablar?. - preguntó tímido

Pete se sorprendió al notar que un alfa como Kim haga palpar sus emociones.

- Claro, ven siéntate. - le invitó a tomar asiento en uno de los muebles de la habitación. - ¿Qué desea hablar, príncipe Kim?.

-Bueno... Vengo a pedirle un favor...- se rasco la nuca antes de volver a hablar. - mi padre se encuentra mal de salud y... Me pidió personalmente que pida tu mano en matrimonio para que pueda irse en paz.

Pete se quedó callado, a pesar de que prácticamente pasó toda su infancia con Kim antes de la muerte de su madre, le parecía casi imposible que pidiera su mano.

- Yo... A mi me gusta alguien más. - El omega se sonrojo al confesar su pequeño secreto.

- Te entiendo, a mi también me gusta alguien más, pero casarme contigo es voluntad de mi padre. - y no mentía, su padre le habia enviado una carta pidiendo que se case con Pete en una ceremonia pequeña en Chiang Mai.- me dijo que haría algo pequeño, algo privado para tu familia y para la mia.