Wriolette/Neuvithesley Smut

𖧧 ָ࣪ ˓˓ 10𓏔

Parte 2 del anterior
[ N. ⬆️ / W. ⬇️ ]

Contiene: asfixia, esposas, huevos, embarazo, cariño. (Anuncio importante al final)

Los dedos callosos se movieron hábilmente sobre los botones de la camisa de Neuvillette, deshaciendo un par al instante con un toque suave. Una mano atrevida se abrió paso por la brecha de la tela para tocar la piel por debajo. Las yemas de sus dedos frios trazaron cada escama, cada musculo posible. El tacto envío un escalofrío por la columna del dragón, quien sin perder tiempo lo tomó de la cintura y lo levanto del sofa como si no pesara nada. Wriothesley, ya acostumbrado a ese trato, se sostuvo de su cintura con las piernas mientras se dejaba llevar a la habitacion.

Algo en la idea de ser estrujado por las piernas de Wriothesley envio una oleada de excitación a la entrepierna de Neuvillette, tendría que proponérselo primero.

Una vez la espalda de Wriothesley impacta sobre el mullido colchón, una figura se alza sobre él y lo acorrala como una presa. Con sus labios a solo un suspiro de distancia de los de Neuvillette, sus dedos recorren suavemente el contorno de su mandíbula, como si estuviera memorizando algo sagrado. De reojo vio los rinoforos de Neuvillette temblando, su rostro era tan serio como siempre, pero un rubor cubría sus mejillas y se notaba que le costaba mantenerse en control. El alcaide deja escapar una suave risa. Esto parece desconcertar un poco al dragón, quien frunce el ceño.

Con un gesto lento, roza los labios de Neuvillette, aunque no lo besa, simplemente disfrutando la cercanía mientras sus manos envuelven ambos lados de su cara ahora.

──── ¿Por qué... te ríes? ¿He hecho algo fuera de lo habitual? ──── Su voz es baja y controlada, pero con una clara nota de curiosidad.

El pelinegro deja que una sonrisa traviesa cruce sus labios mientras sigue rozando suavemente los labios de Neuvillette sin llegar a besarlo todavia. Eso solo vuelve un poco mas loco el corazón del pobre dragon. Su respuesta tarda un poco en llegar, esos ojos de amatistas siempre lo hipnotizan cuando brillan de esa manera.

──── No, nada fuera de lo habitual. Es solo que... verte así, intentando mantener el control... es más adorable de lo que crees.

Neuvillette frunce el ceño levemente, pero no de enojo, más bien de genuina confusión. Una leve corriente de aire escapa de sus labios, y por un segundo, aparta la mirada, como si estuviera procesando las palabras.

──── ¿Adorable...? No es una cualidad que se me haya atribuido antes.

La risa suave vuelve, esta vez más afectuosa. Acerca su frente a la de Neuvillette, sus dedos trazando líneas suaves por su piel, deleitándose en la vulnerabilidad que comparte solo con Neuvillette y que sabe que el otro solo le entregaría a el de igual maners.

──── Y sin embargo, lo eres... al menos para mí.

En el rostro del soberano aparece una ligera sonrisa, apenas perceptible, mientras sus ojos, ahora más relajados, se encuentran con los de Wriothesley. Él, a pesar de no comprender del todo las emociones humanas, parece aceptar esa nueva descripción. Con una suavidad que ya es usual para Wiothesley, le susurra al oído.

──── Si es así... supongo que no puedo objetar.

Con eso dicho, una lengua empezó a recorrer el lóbulo de la oreja del alcaide. Se arqueo de sorpresa, más no se alejó. Ambas manos ahora descansaban en esos anchos hombros frente a si. Un gemido pronto escapó de sus labios cuando Neuvillette empezó a bajar por su cuello, sus dientes se hundieron en la carne con firmeza, logrando sacar sangre que pronto vería gotear de la barbilla del dragón.