"E S T R E L L A S Y C I C A T R I C E S"

Capítulo #2

Pidieron historia así que, pus bien. ¡Aquí está!

\[Salto De Tiempo]/

Han pasado ¿meses? ¿Años? ¿Décadas...? desde la última vez que ha hablado con Marte. Nada es igual, si ha de ser sincero. Extraña el divertirse con él, contarle historias de sus terrícolas, hablar de cómo ha sido su día y a qué desea jugar. ¡Sí, quizás tenga a su luna! Pero en serio, en serio, desea volver a ver a su mejor amigo. Ha intentado mandarle cartas, y lo ha logrado; pero cuando el Sol los descubrió, ¡Estaba apunto de cambiar a la Tierra de órbita a una más lejos! Supuestamente para que no se vuelva a cometer ese error. Hubiera sucedido, si no haya sido por Júpiter que, con la cabeza en alto, le dió razones del por qué no debería cometer aquello. Duró un largo período de tiempo convenciendolo, pero, al final logró su propósito.

Lo triste de todo esto, es que esa fue la última comunicación que han tenido. Quizás suene como un adolescente desesperado (jura que no es uno), pero aún conserva algunas cartas de las que compartían. Para así, cuando Luna se encuentra dormido, leer aquellas conversaciones que ambos tenían; Ha de admitir que no lo ayuda tanto porque, lo único que provoca es que se sienta aún peor, pero se mantendrá en silencio.

Se siente agotado, lleva meses sin lograr conciliar el sueño y eso ya le está afectando. ''Maldita sea,'' pensó, ''¿Por qué haces que mi núcleo duela tanto, Marte?'' Se cuestionó el por qué de tanta angustia. Odiaba esto. Odiaba al Sol. Odiaba a Marte; y su estúpida forma de amar, junto a su bella sonrisa. Su mente sólo ha sido un traicionero más de la lista, le hacía que recordara a Marte cada minuto de su existencia, y ha de admitir que lo va a volver loco si sigue de esta manera. Siente cómo su núcleo está lleno de sentimientos reprimidos, sentimientos que no ha logrado liberar; Tristeza, ira, angustia, confusión. Sentimientos que han sido resguardados por accidente debido al shock emocional. Parecía ser lo único por lo que vivía cada día.

- "¿Tierra?" - llamó su satélite, preocupado por el aspecto de la Tierra; tenía ojeras, se veía agotado, y lucía como si de verdad, esta vez, no pudiera volver a conciliar el sueño.

- "¿Mhm?" - emitió un sonido, permitiendole el habla.

- "¿Todo bien?, te he visto más desanimado de lo normal... o bueno, más que las últimas décadas."

- "Oh... Eh... Po-por cierto, ¿Cuántas décadas... llevamos...?" - preguntó con la voz quebrada, recordando las últimas palabras de la estrella.

''Al pasar de las últimas cuatro décadas terrestres, daré mi decisión si han de poder volver a hablar, o no. ¿Entendido?''

Fue de lo que trató su última reunión, antes de que todo cambiara.

- "Oh, creo que... Llevamos dos décadas" - hizo una mueca, incómodo al respecto de todo esto. - "Ojalá poder matar al Sol, ¿no crees?" - habló el lado oscuro de la Luna, en su subconsciente - "¡Cállate, no es el momento adecuado!" - dió como respuesta, para devolver su atención a su planeta.