4. F-Fuck Pérez

84 9 1
                                    

Charles y Yuki no tardaron absolutamente nada en empezar a murmurar cuando divisaron a Max ingresando en la cafetería acompañado de, nada más y nada menos que Sergio Pérez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Charles y Yuki no tardaron absolutamente nada en empezar a murmurar cuando divisaron a Max ingresando en la cafetería acompañado de, nada más y nada menos que Sergio Pérez.

— ¿Qué mierda les pasa a ustedes dos? Parecen dos viejas chismosas —se queja Ollie, dirigiendo su mirada hacia sus dos amigos, quienes le miraron estupefactos y después, señalaron hacia donde Max se encontraba acompañando a Sergio por algo para almorzar—. Oh, miren, Max está con el niño anaconda.

Charles soltó una carcajada— ¿Le contaste a Ollie? — inquirió Yuki, mirando acusadoramente a Charles.

— De hecho, fue Max quien me contó. Estaba tan desesperado de que el niño anaconda lo perdonara, que nos contó a todos su... hermosa y romántica primera charla —respondió Ollie con tranquilidad y sarcasmo. Yuki estuvo a punto de regañarlo.

— Hola, chicos —saludó Max, sonriendo con un poco de tensión. Sabía que sus amigos podían ser algo... extraños, y a él no le importaba, solo que esta vez, no quería asustar a Sergio—. Eh... él es Sergio Pérez. Va a ser nuestro amigo ahora.

Ollie, Charles y Yuki se miraron entre sí con un poco de sorpresa.

— Yo soy Charles Leclerc, encantado de conocerte —saluda el monegasco, estirando una mano hacia Sergio. Este le corresponde el saludo con timidez.

— Un gusto... —susurra, sonriendo.

—  Mi nombre es Yuki tsunoda y tú... ¡eres una ternura! —Yuki exclama, apretando una de las mejillas de Sergio. Este se queja por lo bajo, pero sonríe avergonzado.

— G-gracias...

— Oliver Bearman —murmura el castaño, sacudiendo levemente su mano. Sergio asiente en forma de saludo—. Así que... tú eres el niño anaco...

Las palabras de Ollie fueron interrumpidas por las manos de Charles sobre su boca y las histéricas risas de Yuki.

— No le hagas caso a Ollie, Sergio, no sabe lo que dice —le asegura Yuki, sonriendo tranquilizadoramente—. Y dime, ¿qué estudias?

Max casi se siente morir de un infarto. Si no fuese por Yuki, Ollie habría dicho algo verdaderamente estúpido e imprudente, lo que habría desencadenado un ataque de pánico en Sergio y de seguro habría salido huyendo.

Iba a ser un poco complicado que Sergio y sus amigos se llevasen bien, pero esos idiotas estaban advertidos: tenían que ayudarle a entrar en confianza con Sergio para conseguir su objetivo o Max se vería obligado a hacerles pasar vergüenza con sus novios, ya que ser el consejero de todos sus amigos y su cofre de secretos tenía ventajas con aroma a chantaje.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Falofilia : ChastappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora