5. Bitch

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— Todavía me parece increíble que tengas auto y yo no —confiesa Max, haciendo un puchero

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— Todavía me parece increíble que tengas auto y yo no —confiesa Max, haciendo un puchero. Checo suelta una risita.

— Algún día tendrás un auto, Max.

— Ese es el apoyo que necesito —exclama Max riéndose solo—. Mis padres y Alex creen que no soy lo suficientemente responsable para tener un auto —murmura Max, frunciendo el ceño.

— Deberías darles razones para que te consideren una persona responsable entonces.

— Supongo —murmura Max, observando detalladamente el masculino perfil de Checo. Cómo de sencillas serían las cosas si el chico no fuera la cosa más virginal que Max había conocido en su vida. Debía admitir que, con el tiempo, se fue dando cuenta de que Checo realmente era una persona muy bella. No solamente tenía un gran atributo allí abajo, sino que también tenía una linda sonrisa y unos ojos encantadores. Minho podía admitir sin temores que le gustaba... pero el chico probablemente moriría de la vergüenza si se lo decía, y ni hablar de darse un beso o algo parecido.

Así que las cosas eran más complicadas de lo que se veía a simple vista.

Incluso había hablado con Yuki acerca de su reciente y nuevo gusto por Sergio, pero el Japonés siempre le decía que no perdía nada con intentar confesarse.

Al parecer sus padres tenían razón, pues Max no era fanático de cargar con responsabilidades demasiado pesadas, y salir con Sergio implicaba darle tiempo de acostumbrarse a la situación y hacerle entender que no debía cohibirse por cualquier cosa... y Max no contaba con paciencia suficiente para estar en una situación en la que Checo fuese su novio y no poder tocarle o hacer con él lo que en sus fantasías se presentaba con tanta frecuencia.

A pesar de que, el comienzo de aquella amistad, las disculpas, la amabilidad, fue todo por un enfermizo deseo de obtener la polla del menor, Max estaba empezando a darse cuenta de que su plan no tenía fundamentos y, mucho menos, una razón válida de existir. Se podría decir que estaba empezando a considerar la idea de rendirse, pero era de esas cosas en las que no quería profundizar, pues tampoco era que desease alejarse de Sergio. Quizá... debería empezar a considerar la idea de que "solo amigos" no era tan malo después de todo.

— ¿Es aquí, Max? —la voz del dueño de su maraña mental interrumpió el flujo de sus pensamientos con aquella pregunta, y Max tuvo que mirar a su alrededor para ver en dónde se encontraban, pues se había perdido del todo.

— Eh... sí —murmuró Max, observando el nombre del club al que Carlos les había invitado aquella noche.

Sergio se dirigió hasta donde se podía observar una hilera de autos estacionados y se detuvo en el final, donde apagó el motor.

Max estuvo a punto de salir, hasta que se percató de que el menor no se movía. Así que le miró.

— ¿Te pasa algo, Chequito? —preguntó Max, acercando su mano hasta el cabello del azabache y revolviéndolo levemente.

Falofilia : ChastappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora