𝘀𝘁𝗲𝗽 𝗼𝗻 𝗺𝗲.

𝗩𝗜. 𝐬𝐪𝐮𝐞𝐞𝐳𝐞 𝐢𝐭 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭, 𝐭𝐡𝐚𝐭'𝐬 𝐟𝐢𝐧𝐞

no pudo evitar sonrojarse ante su confesión.

—yo no te merezco, seguro ya lo sabías —inició aún con cierta dificultad pero siendo sincero —, pero, ¿por qué tenés que ser tan expresivo?, ¿sabés que me odio por no entenderme?.

mauro escuchó con atención cada una de sus palabras.

—y ahora como cagón que soy, tomo hasta que estoy acá, es la única forma en la que puedo encararte —habló de nuevo molesto con él mismo.

—puedo decirte es que ninguna se compara con vos, ninguna, mau —y no era mentira, le gustaba hasta ese punto donde no podía descifrar lo que sentía.

el ojiverde aún estaba confundido. sabía lo que decía, pero él ya no veía posibilidades de nada con el morocho.

sabía de todas las chicas con las que salía estando con él, sabía que él no era nada comparado con ellas. y que llegara así de la nada con él, confesando que le gusta, lo confundía más.

—sé que nunca me lo perdonarás, o tal vez sí, si fueras un poco tonto. no lo tenés que hacer, no, si no quieres.

ya no sabía lo que estaba diciendo, se estaba descargando con él mismo que lo tenía tan jodido.

mauro no quería mirarlo, quería creer que era verdad. y aunque no lo fuera lo perdonaría.

—mauro, estoy perdido por tu culpa. me hacés sentir tanto, me da tanto miedo que tengas ese efecto en mí —soltó con la frustración contenida, su cabeza daba vueltas pero siempre llegaba al ojiverde.

—soy un cagón, un hijo de puta, un egoísta, todo lo que quieras. pero no te puedo sacar de mi cabeza —dijo levantándose del sofá —, y no sé que me hacés, mauro. me tenés tan mal cada día que pasa.

dió algunas vueltas en la oscuridad del living. deseando poder salir corriendo, pero ya estaba ahí.

tomó un par de respiraciones para luego seguir.

—estoy enamorado de vos, tanto que tuve que tomar para dejar de pensarte, pero estoy acá, porque tampoco quiero perderte —confesó, sus ojos se llenaron de lágrimas.

los efectos de alcohol se mezclaban con sus emociones a flor de piel. queriendo salir de alguna manera.

—porfavor perdonáme, mau. porfavor, no sé que mierda voy a hacer si no lo hacés, estoy siendo egoísta otra vez pero contigo es tan diferente todo.

un lágrima resbaló por su mejilla.

mauro no decía nada. al verlo tan vulnerable, como tantas veces el morocho lo vió a él.

se levantó del sofá limpiando sus mejillas, acariciando su rostro en el proceso.

sus ojos verde le robaban un suspiro de deseo, ese que tanto había sentido por él.

no pensó en lo que podía pasar mañana, o en lo que los demás pensaran.

no podía dejarlo ir, no lo iba a hacer.

así que besó sus labios con ternura, esa que tanto había reprimido. besando con amor sus tan maltratados labios, queriendo curarlos entre besos.

encajaban tan bien, que la calidez en su pecho volvía a acumularse cuando lo tenía cerca.

tomó su mejilla acariciando con suavidad, deseando sentir más de sus labios sin llegar a lo sexual.

no iba a separarse tan pronto, no después de haberle confesado su gran amor, no lo iba a dejar ir.