EL FÉNIX
Oscureció ya, realmente no tengo noción del tiempo que he estado enfrascada en mis pensamientos, cuestionando cada paso que he dado, cuestionando cada recuerdo que llega a mi mente como si fuera nuevo, pero ya no puedo con los pensamientos, así que decidí salir a caminar por el parque.
Tomé mi reloj por lo que ví eran las 2:45am, me puse un pantalón deportivo, una sudadera y la navaja táctica (por cualquier cosa), es buena hora para salir a caminar, para estar sola y aclarar mis ideas.
Ya estaba en el parque caminando cuando un muchacho comenzó a seguirme muy disimuladamente, fui disminuyendo la velocidad con la que caminaba para poder ver quien era, pero él no tardo en pronunciar un sonido.
-Eva, debes acompañarme- Era un joven alto y fuerte, con una mirada decidida en mi ser, podía ver el color avellana de sus ojos aún sin la luz de día, veía un espíritu dominante pero emanaba tanta paz que logré distraerme por unos segundos.
-No lo creo- Aceleré el paso comenzando a trotar, en una de mis manos comenzaba a apretar la navaja esperando que aquel hombre me dejara en paz.
Él corrió y tomó un mechón de mi cabello tirando de él haciendo que su brazo rodeara mi cuello con un cuchillo haciéndome sentir que me ahogaba pero solo fue un rasguño. La ira fluye por todo mi ser como lava de un volcán, pero sé que ha cometido un grave error al hacerlo. Sonreí irónicamente, tomé su brazo quitando el cuchillo de mi cuello y con mi navaja corté el mechon de cabello del que me sujetaba fuertemente, no me importó cortarlo, solo no estaba dispuesta a que se aprovechara de mis pequeños segundos de vulnerabilidad.
Una vez que me liberé, di un golpe en su entrepierna haciéndolo caer, ahora yo tenía el control, ahora era yo quien estaba sobre de él con la navaja afilada en su cuello, era mi oportunidad de demostrar mi fuerza... cuando al mirar otra vez sus ojos me miré en su reflejo, yo no me consideraba así, por más que sintiera que era necesario pasar la navaja, no lo valía.
Mi cerebro se llenó de tantos pensamientos con los que había estado combatiendo tanto tiempo. El monstruo que era, en el que me he convertido, la navaja en mi mano, la ira que jamás imaginé qué surgiera de mí, sangre tan densa tangible e intangible, la asesina en la que me convertí o que ellos hicieron de mí.
Me quite inmediatamente de encima, y me levanté.
-¿Ya terminaste de jugar ...Eva?- comentó aquel joven misterioso
-Dejame en paz, acosador, ¿como sabes mi nombre?, ¿eres acaso quien me ha seguido todo este tiempo?, ¿tu te metiste a mi apartamento?-
-Dije que vienes conmigo- Se acercó a mi mientras yo retrocedí unos pasos
-El significado de la palabra No cambió recientemente?-Fue lo último que dije antes de quedar inconsciente por un golpe.Desperté en un cuarto oscuro y aturdida por el golpe que recibí, mi cabeza duele, y me siento confundida. Lo más curioso es que ni navaja sigue en una de las bolsas de mi sudadera, no estoy atada, solo estoy en una especie de cuarto sin ventanas o cualquier salida.
-Para haber sido entrenada por mí fuiste demasiado confiada y estúpida, querida Eva- Una voz femenina salió de algún lado haciendo que mi instinto me hiciera inmediatamente tomar mi navaja y comenzar a dar vueltas buscando a tientas encontrar una pared o algo de dónde sostenerme.
-¿Quién eres?, ¿dónde carajos estoy?, ¿Qué sucede?,¿Qué me hicieron?- Estaba de cierto modo tranquila pero enojada, realmente no tenía nada que perder, incluso podría decir que le estaba poniendo algo de emoción a mi vida.
-Eva me ofendes, no reconoces la voz de tu líder?-la voz exclamó con un tono de ironía.-¡Vaya líder, me secuestraste genio!, supongo que eres Riven y en ese caso, era responder una llamada no un encuentro en la madrugada- Realmente estaba confundida.
-En efecto Eva, aunque un poco tarde- la voz se aproximaba por mi espalda.
-Quizá sea falta de práctica o no me entrenaste lo suficiente- Dije sarcásticamente mientras me daba la vuelta con la navaja caminando a tientas.
-¿por qué tan a la defensiva? Eva la guerra no es conmigo así que guarda tu navaja y tus energías para el cuadrilátero queen unos momentos pasará-
Enseguida de que terminó de decirlo se encendió una luz cegadora en el lugar en el que me encontraba, un gran cuadrilátero y a las orillas muchas personas observandome.
-Hola Eva, ahora sí desquitate lo que quieras- Ella se puso frente a mi y de un golpe lanzó mi navaja lejos, me abrazó y me dijo al oído...-Recuerda que el que da el primer golpe es el que gana Fénix-
Inmediatamente de eso un golpe en mi espalda azotó y Riven se quito de enfrente mio asi que dí la vuelta para ver a mi oponente, otra vez el joven del parque.
-Esta vez no tendré piedad linda- Dijo mientras intentaba dar el primer golpe.
-Seguro- mientras esquivaba un golpe tras otro.
Otra vez esos ojos tan peculiares se apoderaron de mi mirada, aún a la luz se veían más intrigantes y su fuerza no me hacia sentir impotente, era una charla y no una guerra, hasta que otros se dieron valor de entrometerse.
Una chica me veia a lo lejos son emociones extrañas, lograba sentir su mirada a través de cada golpe que yo recibía, hasta que logré llegar a ella pero no sin antes luchar.
Mi cuerpo estaba hasta cierto punto cansado pero logré descargar toda mi energía en la batalla que aún no le encuentro sentido.
Cada golpe era un recuerdo nuevo desbloqueado, cada gota de sangre que corría por mis venas era una chispa que encendía mi ser, estaba en lo que mucho tiempo llamé hogar porque no tenía nada más, ahora lo entendí, es la bienvenida devuelta a la división.
Pero...¿Realmente es lo que quiero?
En ese momento me detuve y mis rodillas tocaron el piso, simplemente me desmoroné pero para Riven era el suicidio, pues baje la guardia.
-Paren! Eva está cansada-
No, no estaba cansada estaba harta de no tener opciones, siempre era matar o morir, golpear o ser golpeada, engañar o ser engañada, culpar o ser culpable, obedecer o morir en el intento de ser libre.
-No- Dije con voz firme
-¿Entonces por qué paras?¿Acaso esta no es tu vida? ¿Tu propósito?- Dijo mirándome con nostalgia
-A la mierda el propósito entonces, no, no es mi vida, no más, esa es mi decisión y no necesito que decidas por mí- contesté amenazante.
-Eva al estar aquí decides estar dentro, con nosotros... tu única opción-
-¿Y quien dice que esa es mi única opción?- Dije molesta
-¿Linda que más puedes hacer? ¿Acaso conseguirás trabajo o te irás del planeta tierra? ¿Crees que podrás hacer una vida normal? Niña no seas ingenua, no eres nadie realmente, fuiste entrenada para esto, eres un arma, no tienes identidad a menos de que te la demos y puede cambiar una y otra y otra vez, juega con tu mente incesantemente-
-Yo me voy- Me levanté y llevando una mano a mi estómago caminé con la intención de bajarme del cuadrilátero, pero caí en el intento.
Todo mi cuerpo dolía, mi boca y nariz sangraban sin sesar, podría jurar que tenía una costilla rota pero me aferre a salir de ahí.
Volví a quedar casi inconsciente por unos minutos, solo sentí como alguien me tomó entre sus brazos y me llevó a algún otro lugar, pero mi cabeza daba tantas vueltas qué no podía discernir que pasaba realmente, escuchaba ruido distante pero al mismo tiempo no oía nada.
Aturdida mi cuerpo se venció y quede completamente fuera de mi, internamente buscaba despertar me sentía atrapada en mi misma, mi conciencia estaba despierta intentando entender o encontrar una respuesta a todo lo que acababa de suceder, mi noción del tiempo se había perdido por completo no tengo idea de que día era o que hora era, me preocupaba saber si mi familia estaba bien, mi casa, mis cosas, ¿Qué sucede?.
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Lo que es y lo que no fue
RandomHay algo hermoso en el fuego, apesar del alma fria, el fuego vive solo y baila sin pareja, el destello humeante es algo hermoso y destructivo pues aviva a los que mueren de frio pero consume el exceso, enredada en un destello de luz y de sus cenizas...