Capítulo 6

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Zaiden James

Si hay algo en el mundo que odio más que la traición y deslealtad, es el olor a hospital, las botas militares resuenan en los desolados pasillos, ha pasado una semana desde que llegué a Londres mismos días que Rachel ha estado encerrada en este lugar.

Olympia Muller y el consejo la sacarán para dar a conocer los detalles del secuestro y el sucio romance con Christopher.

Reí. Solo de pensar en su reacción al verme después de años, sabiendo que sé de las estupideces que se atrevió hacerle  a mi "hermana", es de lo que más me deleitaré en su momento.

No es el único al que le haré vivir un infierno.

Llego a la habitación de Rachel donde la encerraron en las últimas horas, ya que a Sam y Emma las "secuestraron", pero no fue así, ellas están en un cuarto subterráneo en uno de mis edificios a las afueras de aquí.

Jugar al gato y el ratón siempre ha sido mi favorito, solo si sé que mi oponente sabrá como divertirme.

Los custodios en la puerta me impiden el paso, saco mi identificación y cuando quienes negarme la entrada me bajo  la mascarilla que tengo puesta quedándose pálidos, se hacen a un aldo volviendo a colocarmela y es cuando escucho claramente los gritos que provienen de adentro.

Martha Lewis, esa vieja esta deseando adelantar su muerte...

Suspiro fuerte. Sus gritos se hacen más intensos, seguro que ya se entero que la loca de su hija se quiso matar y ahora esta encerrada en el psiquiátrico.

Escucho pasos acercarse y se que es Luciana, así que camino de largo de la habitación; los soldados me miran tratando de entender lo que hago pero los ignoro.

Luciana se adentra, no tarda mucho para que los gritos aumenten, escucho como la muerta viviente le dice que Rachel es la amante de Christopher, dando por hecho que fue la causante del divorcio de su hija y la muy maldita sale con el mentón en alto chocando conmigo.

— ¡Ahh! ¡Es que acaso no vez! — se sacude con asco  su estúpida ropa — sabia que no eran buenos en su trabajo pero no pensé que fueran tan incompetentes.

Los custodios se tensan ante la sonrisa encantadora que le doy a la mujer frente a mi.

— Lo siento Madame, fue mi culpa interponerme en su camino.

Me hago a un lado sediendole el camino, me mira con superioridad y sonríe con soberbia.

— Al menos sabes reconocer tu estatus.... ¿Cual es tu nombre? Hablaré bien de ti ante mi hijo para que te ofrezca un mejor trabajo.

— No hace falta Madame, tengo muy buen empleo.

Ríe con ironía. Pasa por mi lado mirándome de arriba a bajo, centrando su mirada en mis ojos.

— ¿Sucede algo Madame?

Mi pregunta la hace salir de trance; no es la primera vez que sucede.

— No — Voltea a verme una vez más y se va.

Sonrio, me arreglo las mangas de la camisa preparándome para lo que se viene. Entro despacio colocandone a lado de la puerta cruzandome de brazos, Rachel esta mirando el suelo esperando los regaños de Luciana.

No hace más que insultarla y acabarla de zorra, me molesta el hecho de que sabiendo por lo que pasó solo le importa el que dirán o manchar la maldita reputación de los Mitchel.

Que se acerque más me pone en alerta y lo es cuando la abofetea.

— ¿Sientes lo que hiciste? ¿Quien eres? ¡Mi hija no toma decisiones estúpida o arruina matrimonios.. ¡¿En quien diablos te has convertido Rachel?!

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⏰ Última actualización: Sep 21 ⏰

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Poderío...¡¿James?! -Fanfic PPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora