IV - editando

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Capítulo 4

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Capítulo 4

Bariloche, Argentina.

-¿Cuánto tiempo se necesita para elegir una muñeca? -preguntó Lisandro con falsa molestia, de hecho, estaba divertido, Cristian se estaba tomando muy en serio esto de las compras.

-¿Estás apurado? - pregunto el hombre sin mirarlo.

-No, pero mamá nos va a matar, quedamos en ayudarle con la cena.

-Estoy seguro que tu madre y tu hermana apreciarían trabajar sin que un grupo de hombres que no tiene la menor idea de lo que hacen las estorben -Cristian estudiaba atentamente las tres muñecas que había separado, él quería llevarse las tres, pero Lisandro le había dejado claro que solo debían llevar una, su hermana era muy estricta en eso de sobre consentir a la niña. No era como si fuera la única cosa que le iban a regalar, Lisandro había traído consigo una infinidad de vestidos y cositas para su única sobrina, pero eso su hermana no lo sabía, como fuera, habían visto la juguetería y él no se había podido resistir a comprar un último obsequio, así que Cristian estaba decidido a encontrar la muñeca perfecta.

-Como sea- Lisandro se cruzó de brazos, y miro al hombre frente de él, a simple vista no parecía un hombre que tiene la prostitución como trabajo, eso lo hizo sonrojar, miró hacia otro lado, no sabía porque últimamente pensaba en el trabajo de Cristian. Cuando lo contactó, lo único que le interesó fue que lo acompañara durante diez días, jamás analizó más allá, más concretamente lo que involucraba algunos de sus trabajos. En su primer correo electrónico él le había mandado el contrato, en general especificaba sus tarifas y condiciones. Si a Lisandro le hubiera interesado tener sexo con el hombre habría tenido que pagar dieciséis mil dólares, en pocas palabras seis mil más por agregar sexo al trato, ¿quién pagaba seis mil dólares por sexo? Miro a Cristian, podía entender la razón, tal vez... ¡no vayas por ahí! Se reprendió mentalmente, tal vez ya tenía tiempo sin sexo, pero no estaba desesperado, ¿estás seguro? preguntó su subconsciente... tenía un bono de navidad por parte de Industrias Lower por el trabajo hecho en el jardín...

No, no, no, el señor Lower le había asegurado que era para que se comprara un relajo por parte de la empresa, pero ¿comprar sexo? Lisandro negó con la cabeza, la altitud lo estaba matando.

-¡Esta es la correcta! -Lisandro miró la selección de Cristian.

-¿Una bebé que gatea? -Lisandro enarcó una ceja -¿Todo este tiempo paгa elegir una muñeca tan simple como esta?

-Necesitaba analizar las opciones, es la primera vez que compro un juguete- él se encogió de hombros.

-¿No tenés hijos, sobrinos, hermanitos... algo?-preguntó antes de que pudiera detenerse -Perdón, lo olvidé, no tenés que contestar si no querés, una de tus condiciones fue que nada de preguntas personales- Cristian tomó la muñeca bajo el brazo y le indicó caminar a la caja.

acompañante masculino - cutilichaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora