En un mundo donde lo sobrenatural es real y la oscuridad engulle todo a su paso, los seres humanos deben tener mucho cuidado para poder seguir con vida.
Hua Cheng es uno de los vampiros más poderosos que viven en la faz de la tierra. Su fuerza y su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
·
Las pulsaciones aceleradas de su corazón bombeaban la sangre a través de sus venas, ayudándole a moverse todo lo rápido que quería y con la suficiente fuerza como para acabar de una vez por todas con aquel engendro del averno que no paraba de consumir su cansado espíritu.
Durante más de diez años, Shi Qing Xuan había intentado acabar con su némesis, un vampiro que, por desgracia y burla del destino, estaba unido a él por un lazo que todavía nadie era capaz de comprender.
Todo ser proveniente del infierno estaba ligado a un ser humano por toda la eternidad, eso era así y nadie había podido deshacerlo.
Los vampiros eran seres prácticamente imposibles de matar. Para cualquier cazador experimentado como Shi Qing Xuan, llevar a cabo esa labor requería una gran preparación y también una cuantiosa suma de dinero para conseguir los ingredientes necesarios y así elaborar el suero que conseguía atravesar, a duras penas, la capa externa y pétrea de su porcelánica piel. Pero ese problema no existía cuando el cazador se encontraba cara a cara con su destinado. En ese caso, simplemente bastaba con clavar una hoja de plata sobre su corazón para acabar con la vida del demonio bebedor de sangre. La afilada punta de una daga se hundiría sobre su piel como si esta se hubiera convertido en suave mantequilla.
Los miembros del Clan Inmortal eran conocidos por ser los cazadores más experimentados y hábiles de todo el mundo. Gentes de todas partes acudían a ellos para que les ayudaran a acabar con plagas malignas, maldiciones, fantasmas o seres tan peligrosos como el que Shi Qing Xuan estaba a punto de matar.
El Clan de Sangre, como ellos se hacían llamar, eran los vampiros más peligrosos y dañinos que existían. Desde que el mundo se sumió en aquella oscuridad, ellos habían masacrado aldeas, poblados y ciudades enteras solo por puro placer. Ni siquiera disfrutaban de un gran banquete con la sangre de sus víctimas, solo bebían de algunas decenas de cuerpos y al resto los desmembraban y jugaban con ellos como si fueran simples trozos de basura.
Ambos clanes habían sido enemigos desde que se encontraron por primera vez, allá en los inicios del cataclismo. Un reguero de sangre y venganza perseguía sin tregua a cada uno de sus miembros generación tras generación, convirtiendo a sus descendientes y a los descendientes de sus descendientes en enemigos desde el primer momento en el que sus ojos se abrían al mundo exterior después de salir de los vientres de sus madres.
En la actualidad, el Clan de Sangre contaba con varios miembros muy poderosos; Hua Cheng era el más peligroso de todos debido al control mental que era capaz de ejercer tanto sobre los seres humanos como los de su propia especie. Qi Rong era el mayor de ellos y el más mezquino y escurridizo, casi siempre estaba fuera aumentando su poder y sus habilidades. He Xuan tenía muy mal carácter y mucha fuerza bruta. Y por último estaba Ban Yue, ella era capaz de sanar cualquier tipo de herida, enfermedad o dolencia que tanto animales como seres humanos pudieran poseer.
