¿Solo amigos? (Benjamian)

Ya no quiero escribir esto ptm

El invierno había llegado al colegio Juan bosco occhiena, trayendo consigo días más cortos y fríos. Las mañanas ahora se llenaban de niebla, y el viento helado soplaba a través de los patios vacíos antes de que los estudiantes llegaran.

Benjamin y Damián habían caído en una rutina cómoda. Los días pasaban entre clases y charlas en el recreo, y aunque Damián aún mantenía su carácter reservado, había algo en su relación con Benjamin que se sentía diferente. Benjamin no podía dejar de notar que Damián se mostraba más relajado cuando estaba a solas con él.

Un día, durante el recreo, mientras la mayoría de los chicos jugaban fútbol en el campo, Damián y Benjamin se quedaron sentados en el banco apartado, el que se había convertido en "su" lugar. Ambos observaban el juego, aunque con distinto interés.

—¿Te gustaba tu antiguo colegio? —preguntó Benjamin, rompiendo el silencio mientras miraba a los otros chicos correr detrás del balón.

Damián se encogió de hombros.

—No mucho —admitió—. No era tan diferente de este. Al final, la gente siempre es la misma, supongo.

Benjamin lo miró con curiosidad.

—¿Siempre te ha costado hacer amigos?

Damián guardó silencio por un momento, como si estuviera decidiendo cuánto compartir.

—No es que me cueste... —respondió finalmente—. Es que nunca he sentido la necesidad. Las amistades siempre parecen forzadas para mí. Todo el mundo quiere ser alguien que no es, y yo no quiero participar en eso.

Benjamin asintió, tratando de entender lo que Damián sentía. Aunque tenía amigos como Samuel y otros compañeros del colegio, a veces también se sentía fuera de lugar, como si nadie lo conociera de verdad.

—Conmigo no tienes que fingir ser otra persona —dijo Benjamin, mirándolo directamente a los ojos.

Damián lo miró, sorprendido por la franqueza de sus palabras. Por un segundo, algo en su expresión se suavizó, y luego sonrió levemente, una sonrisa pequeña pero sincera.

—Gracias, Benja. —dijo en voz baja.

Ese simple agradecimiento hizo que Benjamin sintiera un cálido nudo en el estómago, una sensación que no sabía cómo interpretar. Era extraño cómo ese chico reservado, que apenas hablaba con los demás, parecía haber despertado algo en él.

El tiempo pasó rápido, y pronto el timbre del recreo sonó, anunciando el final de la pausa. Ambos se levantaron del banco, caminando juntos hacia el aula. Mientras lo hacían, Benjamin no pudo evitar notar lo bien que se sentía estar al lado de Damián. A pesar de su silencio y su actitud distante, había una conexión entre ellos que iba más allá de las palabras.

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corto pq ya me dio paja escribirlo :v