𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍 ── 𝐉.𝐕

•✦──•✧ The Fall of a Star: Goodbye Sweet Aunt

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THE BLACK DRAGON

120 d.C. Dragonstone

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El viento soplaba suavemente sobre las costas de Dragonstone, llevando consigo el olor a sal marina y el eco de los dragones, que rugían desde las alturas. El sol brillaba en lo alto del azul cielo, reflejándose en las aguas cristalinas que rodeaban el rocoso castillo, mientras las olas golpeaban rítmicamente las rocas negras que rodeaban la isla.

El tiempo en Dragonstone seguía transcurriendo, los niños crecían rodeados de amor, cariño y deberes que correspondían a su estatus, los adultos envejecian y continuaban trabajando arduamente en mantener el linaje Targaryen, y por supuesto, nuevos miembros llegaban a la familia.

Según narran los sirvientes y maestres que alguna vez sirvieron a la heredera al trono. Entre los solitarios y rocosos pasillos de Dragonstone, los tres primeros hijos de la princesa Rhaenyra y Ser Laenor, comenzaban a dejar salir sus grandes personalidades.

La princesa Rhaella, quien en aquel entonces tenía ocho días del nombre, siempre manteniendo el cabello plateado característico de los Targaryen, ahora ligeramente rizado y largo que llegaba hasta su pequeña cintura, con ojos violetas que reflejan una curiosidad incansable siempre atenta y observadora. Su mente se volvía afilada para su corta edad, siempre cautelosa, ahora juzgadora, aprendiendo de todo lo que sucede a su alrededor en Dragonstone y sobre todo llevando en alto su apellido.

El príncipe Jacaerys, de siete días del nombre, es un niño un poco energético, caballeroso a más no poder, dulce con los que lo rodean y amoroso como su dulce madre. Un niño de ojos oscuros y cabello ondulado que se enredaba en cuanto la sueva brisa lo acariciaba. Su mente era rápida, poseedor de un instinto natural para la aventura y la estrategia, aunque a menudo actuaba de forma un poco impulsiva, cuidando siempre de sus hermanos, inteligente, audaz y sobre todo un increíble espadachín a pesar de ser joven y tener poca experiencia.

Y por último, el príncipe Lucerys, el más pequeño, de tan solo seis días del nombre y el más reservado de sus hermanos. Sus ojos marrones, más suaves y contemplativos que te apreciaban con ternura, y su cabello rizado, que parecía una suave nube. Aunque todavía era joven, ya demostraba una inclinación hacia la empatía pero también comenzaba a volverse calculador, estratégico y sobre todo el miedo comenzaba a desaparecer de su ser. El pequeño principe ahora actuaba sin tibutear, sin temblar y era decidido ── la buena crianza de Daemon estaba dando fruto ──.

Los tres pequeños dragones estaban volviendose cada vez más imparables.

El dragón de tres cabezas había nacido.

En uno de los extremos del enorme mar que se extendían desde la isla, los jóvenes Velaryon y Targaryen estaban reunidos para disfrutar de una tarde de pesca.

Jacaerys y Lucerys, los jovenes príncipes, competían amistosamente, lanzando sus cañas al agua con grandes esperanzas de poder obtener muchos peces, mientras que la princesa Rhaella, Lady Rhaena y Baela observaban desde una pequeña distancia, entretenidas con sus propias cañas y resignadas al no obtener ni una sola victoria. Por otro lado, Laenor, un poco más apartado, los miraba con una sonrisa tranquila, contento de ver a sus hijos y sobrinas disfrutar de momento de paz en tiempos tan inciertos.

── ¿Ya cansado, Jace? ── bromeó Luke, miró de reojo a su hermano mayor, quien aún no había tenido tanta suerte. Me parece que los peces no quieren nada contigo hoy.