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Me siento en la pequeña oficina de la universidad, frente a la ventana que da a un patio lleno de árboles, pero nada parece importar. El zumbido constante en mis oídos lo hace todo opaco, como si el mundo entero estuviera bajo el agua. Escucho los murmullos de Seokmin, sentado a mi lado, tratando de explicarme algo sobre los créditos que me faltan para graduarme. No importa. Nada importa.

Mi vida, la vida que conocía antes, está terminada.

"Hyung, tienes que enfocarte en terminar este semestre", dice Seokmin con una sonrisa torcida. Siempre es optimista, siempre busca el lado bueno, incluso cuando no hay uno. "Todavía puedes hacerlo. Con ayuda, con...".

Ayuda. Esa palabra resuena en mi mente, provocándome una rabia sorda. ¿Qué ayuda puede existir cuando no puedo escuchar correctamente, cuando todo lo que me definía está roto? Antes, mi vida era la música. No solo componía, la vivía, la respiraba. Ahora, con este maldito zumbido en mi cabeza, con solo un diez por ciento de mi oído funcional, ¿qué puedo hacer?

"¿Cómo se supone que voy a disfrutar algo que ni siquiera puedo escuchar?", murmuro, la frustración se desliza en mi voz antes de que pueda detenerla. No quiero sonar amargo frente a Seokmin, pero a veces me es imposible.

Él me mira, y por un segundo, su sonrisa se desvanece. Pero rápidamente la recupera, como siempre hace. "Tal vez no puedas escucharlo todo, pero todavía puedes sentir la música, ¿no? No todo está perdido, Woozi. Aún eres increíble. Solo... solo tienes que ajustarte."

"¿Ajustarme?" Me río sin humor, y la amargura me sabe amarga en la boca. "¿Cómo se supone que me ajuste a esto? Ni siquiera sé quién soy sin mi música."

Seokmin no tiene respuesta, claro. Nadie la tiene. Él solo me mira con sus ojos llenos de esperanza, como si creyera realmente en lo que está diciendo. Pero no está en mi lugar. No sabe lo que es haberlo perdido todo.

El accidente... lo recuerdo todos los días. El crujido del metal, el sonido de los vidrios rompiéndose, los gritos... y luego, nada. Silencio. Un silencio aterrador que me consume. Y ahora, con este mínimo rastro de audición, me siento atrapado, enojado, completamente destrozado.

"Tal vez deberías hablar con tu mamá", sugiere Seokmin en voz baja. "Ella está preocupada por ti."

Mi mandíbula se tensa al escuchar eso. Mamá. Ella no lo dice, pero lo sé. Me mira como si estuviera a punto de romperme en cualquier momento, como si me cuidara más de lo necesario porque teme que un mal día me destruya por completo. La verdad es que ya estoy destruido. Solo que nadie lo entiende.

"Estoy bien," respondo de manera automática, incluso cuando no lo estoy. Hace tiempo que dejé de preocuparme por eso. "No hay nada que ella pueda hacer."

Seokmin suspira. Él sabe que no puede hacerme cambiar de opinión, pero aun así, nunca se rinde. Eso es lo que lo hace ser Seokmin. "No estás solo en esto, hyung. Lo sabes, ¿verdad?"

No le respondo. No quiero hablar más del tema. Solo quiero que todo desaparezca.

El camino a casa me parece eterno, aunque mi departamento está a apenas unas calles de la universidad. Cada paso que doy se siente como una lucha contra el mundo. Sé que mi madre está esperándome. Ella siempre lo está, preocupada, tratando de encontrar una manera de ayudar, aunque yo no quiero su ayuda. No quiero la ayuda de nadie.

Abro la puerta y, como esperaba, la encuentro en la cocina. La veo moverse con esa suavidad que siempre la caracterizó. Cuando era más joven, solía pensar que mi mamá podía hacerlo todo. Su fortaleza, su calma… pero ahora, no sé cómo hablarle. No sé cómo enfrentar su mirada llena de compasión.

"Jihoon, ¿cómo te fue hoy?" Su voz es suave, casi temerosa, como si temiera que cualquier palabra pudiera ser la incorrecta.

"Bien," miento. "Todo bien."

Me acerco al sofá y me dejo caer pesadamente. Siento el peso de su mirada sobre mí, pero no me atrevo a mirarla. No quiero ver el dolor en sus ojos, ese dolor que sé que he causado.

"Te hice algo de comer. Si quieres..."

"No tengo hambre, mamá."

El silencio se extiende entre nosotros. Es incómodo, pero me he acostumbrado. Después del accidente, todo se volvió incómodo. No sé cómo ser el hijo que ella necesita. Antes, podía hablar con ella, bromear, compartir cosas. Ahora, todo está envuelto en una nube de frustración y rabia que no puedo sacudirme.

Ella se acerca y se sienta junto a mí, con las manos cruzadas en su regazo. "Jihoon, yo... sé que no quieres hablar de esto, pero no tienes que enfrentarlo solo. Estoy aquí. Siempre estaré aquí para ti."

Cierro los ojos con fuerza. Quiero gritarle que no lo entiende, que nunca entenderá cómo me siento. Pero sé que eso no es justo. Ella está haciendo lo mejor que puede. Aun así, no puedo evitar sentir que cuanto más me intenta ayudar, más me alejo.

"Lo sé," susurro, aunque no es del todo cierto.

Ella suspira suavemente y me da una palmadita en la pierna antes de levantarse. "Te dejaré descansar. Si necesitas algo, estaré en la cocina."

No le respondo. No puedo. Solo espero que se aleje y me deje solo. Es lo único que quiero ahora: estar solo.

Al cerrar los ojos, los recuerdos vuelven con más fuerza. El chirrido de las llantas sobre el pavimento mojado, el golpe seco cuando el otro auto nos embistió de costado. El caos que siguió. Las sensaciones. Y luego... el silencio absoluto.

Desperté en el hospital días después, aturdido y desorientado. Los médicos dijeron que tuve suerte de estar vivo, pero no sentí que fuera suerte. Cuando me dijeron que había perdido la mayor parte de mi audición, algo dentro de mí se rompió.

La música era todo para mí. Era mi vida. Y ahora, con el accidente, esa vida había quedado en ruinas. Intenté componer, intenté escuchar las melodías que una vez fluían naturalmente de mí, pero no era lo mismo. El sonido era distorsionado, apagado, como si estuviera escuchando a través de una pared. Y lo peor de todo es que ni siquiera podía disfrutar de lo poco que lograba producir.


Hola CARAT READER, está novela surgió de un delulu personal super divino y decidimos hacerla shipp pues la personalidad del segundo prota era tan parecida a Hoshi. 🫰🏽 Esperamos te guste.
Novela escrita por Channie 🩷

Deaf - SoonhoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora