Cuarto día escribiendo

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¿Sentirían celos del ex de su pareja? Yo tuve una pequeña inseguridad. Vegetta me dijo el nombre del suyo para aclarar que le gustan también los alfas (a diferencia de mí, pero nunca se lo dije). Se llamaba Willy, un alfa que parecía tener ascendencia asiática, ¿y adivinen qué? Su actual novia y futura esposa era Kristina... Bueno, voy a dejar el tema con ella, nuestra relación no se agravó más que el hecho de que la solía ignorar.

Vegetta explicó que se conocían desde siempre, que tuvieron una linda relación y que la única razón por la cual se dejaron es porque sentían que se completaban más siendo amigos que pareja, por lo que se tomaron un tiempo. Lo conocí, me reconoció de cuando fui salvada junto a Kristina. Aparentaba ser tranquilo. Resultó no ser tan recurrente en sus visitas como Rubius, lo que desenmascaraba lo obvio.

Intenté sacarle información a Nieves, tenía curiosidad, quería saber qué tipo de relación tenía el enamorado de mi enamorado con su ex-enamorado. La verdad, fue en vano, Rubius parecía ni siquiera mencionar al alfa rubio cerca de la chica; a penas mencionaba algo de los demás héroes de Karmaland sino es para advertirle de ellos, algunas citas dobles o para recordarle que la mayoría no la dejó votar en las elecciones presidenciales cuando era un muñeco de nieve.

Parece que él no era muy comunicativo con ella, talvez porque ella era retrasada o porque mantenerla ignorante le era cómodo y de esa forma no iba a afrontar ningún reclamo. Pero aún sin la información era claro que el desgraciado le atraía mi alfa y no le hacía ningún comentario a ella, ni antes ni después. ¡Al menos, llegado un punto en el noviazgo (antes del matrimonio, que se note. En un rato lo señalo), Vegetta y yo nos sinceramos y aceptamos que la pareja de omegas nos parecía atractiva!

¿Odié a Rubius? Progresivamente lo hice, mucho después. Nunca puse un paro al obvio interés que el omega le tenía al alfa por lo mostrado anteriormente: quería ver qué tanto cambiaba Vegetta por el bien de nuestra relación. Ahora, el ser un obstáculo con lo que respecta a Nieves era para mí eso, un obstáculo. De vez en cuando me gustaba pasar por encima de sus decisiones, ¿pero odio en ese momento? Él había rescatado a Nieves y la mantenía, por más obstáculo que fuese no sentía un desagrado importante; intentaba ser respetuosa.

La primera vez que realmente lo odié... fue cuando se casó con ella. ¡Dioses, qué noticia más horrorosa! Aún mantengo el recuerdo de Nieves mostrándome su anillos después del casamiento simple (que la mayoría de los chicos hicieron con sus doncellas) mientras me contaba los detalles tanto de la propuesta como del momento íntimo de ese día. Impotente recuerdo.

Fue en ese tiempo que Vegetta y yo nos sinceramos, pues nuestras caras apenas eran disimuladas. Si no nos llegábamos a apoyar emocionalmente en ese tema uno de los integrantes de ese matrimonio de omegas iba a terminar mal (dese, lector juez, la libertad de imaginar de qué éramos capaces).

Deseo hablar aún más de mi relación con Vegetta, siento que podrían pensar que fue bastante monótona, superficial y que solo me torturaba y también a él al mantenerme a su lado.

Él fue un alfa bastante listo, fuerte y bastante bueno con las palabras. Descubrimos que ambos sabíamos bastantes idiomas (aunque él era muy malo en inglés), lo que más resaltaba era el francés, el cual él hablaba a la perfección. Recordó que yo era buena con el arco, por lo que me ayudó a encantarlo con irrompibilidad IV. Solía hacerle el favor de organizar todas las cosas que tenía en su castillo, ya que era un hombre de orden, lo que siempre agradecía. Nos pusimos apodos; él solía llamarme lindura y yo le llamaba Samu, nos sentíamos cómodos así.

Él tenía un humor bastante roto, contrastado por su formal forma de hablar, lo que me parecía curioso de él. En cambio yo no era mucho de hacer chistes, pero le seguía el juego a los suyos, llegando a desenlaces absurdos. Tenía una costumbre, cada que me hacía bromas pesadas me ponía en pose de luchador y le daba pequeños golpes en su hombro, mientras él fingía que le afectaba.

Ahora bien, retornando en donde lo dejé. El matrimonio entre omegas tenía una clara desventaja: los hijos. Los omegas masculinos tienen un esperma muy débil, incluso más que el de los betas. El promedio de semen que expulsan es diez veces menos que el de un alfa. Además, no tienen la capacidad de hacer un nudo dentro de sus parejas, por lo que era muy improbable, por mucho que les doliera, que Nieves quedara embarazada. Irónicamente, ese también era problema mío y de Vegetta, solo que en nuestro caso yo era la de poca capacidad; las alfas, aunque tengan útero, tienen probabilidades casi inexistentes de mantener un embarazo.

Recuerdo que en una de nuestras quedadas, pasados tres meses de ella estar casada, se encontraba llorando en mi hombro.

—Se siente mal. —ella restregó sus ojos—Se siente culpable.

—Entiendo, es algo muy serio. No te mereces sufrir así.

—No quiero... que sienta culpable. Quiero hijos para él.

Yo la abracé contemplando la frialdad en su cuerpo, mientras ella con su cara acariciaba la mía como un gato. Fue en ese momento de debilidad, mientras sus brazos buscaban atención y mi corazón no quería verla sufrir, que mi lobo me hizo hablar.

—Yo podría buscarte una solución.

—¿... En serio?

—¡Cómo no hacerlo! —Le sonreí—Pero, ¿Crees que Rubius acepte cuidar a un hijo que no sea suyo? La mayoría de las opciones que existen para que tengas hijos...

—No adoptar...

—Vaya... intentaré buscar algo que cumpla esos requisitos, pero si no está a mi alcance estaríamos descartando muchas opciones. —miré a otro lado moviendo mi cabello.

—Mm...

—Entiendo, no quieres que él se sienta mal por su naturaleza... Quieres que él se sienta con el poder de darte hijos, ¿no?

—... Quiero un bebé...

—Bueno, como dije antes, intentaré que así sea. Pero tengo que preguntarte algo. —tomé su cara con una mano—En el caso de que no pueda, ¿Crees que sería una buena idea hacerle creer que el hijo es suyo a pesar de que sea mentira?

Ella dio una cara neutral, como si no le sorprendiera o alarmase mi pregunta. Solo se quedó pensando.



Cuarto día escribiendo

Confesiones De Una Alfa♥︎(Diario de Akira)『Omegaverse』#Karmaland Akira x NievesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora