Fervor

Family

La escuela era bastante difícil para un joven Izuku con problemas de concentración, era muy responsable pero siempre tenía problemas en una clase en particular; Matemáticas, los números lo confundían bastante y el profesor no era de mucha ayuda ya que; Touya Todoroki su profesor de matemáticas era todo un martirio, un hombre bastante estricto que parecía disfrutar de los rostros tristes de sus estudiantes al reprobar.

— El parcial acaba de empezar, conocen los porcentajes: El noventa porciento de su calificación es el examen y el sobrante será sus trabajos en clase, la asistencia en mi clase es esencial, faltar más de dos veces y sin justificante es igual a no tener derecho a examen — Aquel hombre pelinegro de ojos azules dejó sus cosas sobre el escritorio — Además de que evaluaré su conducta, adolescentes ‘problema’ no tienen lugar aquí.

— Disculpe señor Todoroki… — hablo Izuku — ¿Será posible que nos permita beber agua en su clase? , es que su clase toca después de gimnasia.

— No es mi problema, al primero que vea bebiendo o comiendo; lo mandaré por un reporte a dirección. — Touya miraba a sus estudiantes — Ahora, les aplicaré un examen diagnóstico para saber qué tanto aprendieron el parcial pasado, la calificación del mismo será la mitad de su porcentaje de trabajos así que espero que hayan estudiado …

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Izuku salió de aquella clase, su semblante estaba caído ya que había sacado un cinco en el examen, no se quejaba del todo ya que había personas que no habían llegado ni al uno. Tenía miedo de reprobar aquella clase ya que el profesor era bastante difícil de tratar. Camino a su próxima clase y se sentía un poco feliz al saber que tocaba Literatura.

El profesor Takami era el encargado de impartir, él era bastante amable, siempre ayudaba a sus alumnos, incluso en clases, hacía dinámicas bastante divertidas y nunca nadie reprobaba su clase.

Takami llegó al aula y les sonrió ampliamente, tenía algunas hojas en mano y aquel característico vaso de café que siempre bebía.

— Hola chicos, espero que todos pasarán sus materias — saludo el rubio — Bueno, revisemos los porcentajes de evaluación.

El rubio reviso aquellos porcentajes e hizo una mueca de disgusto al verlos.

— Aquí dice que el cuarenta porciento de la calificación será el examen… creo que es mucho así que hablaré con el director para que se reduzca y lo que tenga más valor sean sus actividades en clase, yo sé que ustedes se esfuerzan mucho en sus tareas así que intentaré que eso sea más valorado. — prometió el rubio — Tengo que aplicarles un examen diagnóstico, pero tranquilos; no tendrá valor para su calificación.

Izuku sonrió al escucharlo, los estudiantes comenzaron su examen el cual respondieron bastante pronto ya que aquella clase les aprecia sencilla, le entregaron los exámenes a Keigo quien los revisó sonriente al ver calificaciones aprobatorias. Durante la clase varias personas preguntaron cosas, algunas académicas y otras solo para conocer al profesor más a fondo, para los alumnos; Keigo era un amigo más.

— Claro que pueden comer en clase, se que el horario escolar es pesado así que si comer los ayuda un poco está bien — respondió el rubio.

Keigo era del agrado de todos los alumnos, Izuku se sentía bastante a gusto en aquella clase ya que Takami jamás se negaba a responder sus dudas.

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Al otro día tocaba a primera hora la clase del profesor Takami, Izuku llegó a buena hora y espero la llegada del rubio, cuando Takami abrió la puerta y les sonrió ampliamente Izuku lo saludo con un ademán pero quedó bastante confundido cuando un pequeño de cabello blanco entro de su mano. El niño parecía muy tímido ya que intentaba esconderse detrás del rubio.

— Disculpen la tardanza, pero tuve que traer a mi hijo a clases — dijo el rubio — Se me complicó un poco dejarlo en su colegio.

Los alumnos quedaron bastante sorprendidos por las palabras del rubio, todos querían hacer diversas preguntas pero despidieron guardar silencio para no incomodar.

En el transcurso de la clase Takami les explicaba diversos temas nuevos y mientras los alumnos hacían sus apuntes; Keigo le daba pequeñas actividades a su hijo para que no se aburriera, todos miraban al niño en un intento de encontrarle un parecido con alguien.

La clase finalizó y los alumnos saludaron al pequeño niño en un intento de empatizar con él, tenía una clase libre ya que se había cancelado la siguiente que tenían, Izuku tenía planeado ir a la cafetería pero pasó cerca de uno de los salones, para ser específicos; era el salón donde siempre estaba el profesor Todoroki. Escucho murmullos y leves risas, ignoro aquello hasta que escuchó la tierna risa del pequeño Takami.

— La clase de papi fue muy entretenida — el niño dibujaba en una de las hojas que Touya le había dado — sus alumnos son amables.

— Bueno, ahora te cuidare yo, también serás bueno ¿Verdad? — el profesor Todoroki parecía más amable de lo normal.

— Si papá, me portaré muy bien — respondió el niño.

Izuku se quedó paralizado al escuchar aquello, ¿El profesor Takami y el profesor Todoroki?, para nada. Ellos son tan distintos.

— ¿En la noche cenaremos juntos? — preguntó el pequeño.

— Si, no creas que no olvido que casi es tu cumpleaños así que podemos cenar donde tú quieras — Touya acarició el cabello del niño.

Izuku siguió caminando algo confundido…

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Izuku había pasado un día bastante feliz hasta que finalmente tocaba clase de matemáticas, él y sus compañeros entraron de mala gana pero todos quedaron sorprendidos al ver al pequeño hijo de Takami, todos comenzaron a hacer sus teorías.

— Rápido, necesito que tomen asiento — ordenó Touya — revisaré sus tareas y les daré instrucciones para su proyecto final.

La clase parecía eterna, todos intentaban prestar atención a los temas pero no podían evitar ver el gran parecido del pequeño niño con Touya y Keigo, aquello ya no era más que una teoría casi confirmada. Touya seguía siendo muy estricto con sus alumnos, parecía que ni aunque su hijo estuviera ahí tendría consideraciones.

— Papi mira, te hice un dibujo — las palabras del niño interrumpieron a Touya.

El mayor aprovechó que sus alumnos resolvían un ejercicio y se acercó a su hijo.

— Mira, estás tú, papi Keigo y yo — el niño señaló a cada uno de los integrantes de su familia en aquel tierno dibujo — ¿Te gusta?.

— Claro que sí, es bastante lindo — aquellas palabras solo sorprendieron más a los alumnos.

Nadie estaba acostumbrado a ver aquella faceta amable de Touya, intentaban disimular aquel interés en saber más, no querían molestar más al profesor.

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Ya en la noche, Touya esperaba junto a su hijo, ambos estaban en el auto del mayor. Touya entretenía a su hijo con pequeños juegos, finalmente el rubio subió al auto y saludo a ambos.

— Lamento la tardanza, espero no haberlos hecho esperar tanto — Keigo acarició la mejilla de su hijo quien estaba en los asientos traseros y beso a su esposo.

— Descuida Kei — Touya beso nuevamente al rubio.

Aquellos hombres eran muy diferentes, Keigo era amable con todo el mundo y más si se trataba de sus alumnos, Touya era bastante estricto pero solamente con desconocidos, con su familia era un hombre cariñoso.