La brisa fresca de Buenos Aires acariciaba el rostro de TN mientras caminaba por las calles que solía recorrer de niño. Había pasado años fuera de Argentina, jugando en Europa, consolidándose como una de las grandes promesas del fútbol mundial. A los 21 años, TN había sido fichado por el Real Madrid, lo que le había cambiado la vida por completo. Sin embargo, ahora estaba de regreso, aunque solo por unos días, para jugar un amistoso en el mítico estadio de River Plate, su club de infancia.
Pero esa no era la única razón de su viaje. Estaba ansioso por reunirse con su amigo de toda la vida, Spreen, quien se había convertido en un famoso streamer. Aunque sus caminos habían tomado direcciones diferentes, la amistad entre ambos seguía tan fuerte como siempre. TN se sentía afortunado de contar con alguien como él, especialmente en un mundo lleno de presiones y expectativas.
Mientras TN llegaba al lugar donde habían acordado encontrarse, vio a Spreen esperándolo en la entrada de un bar discreto pero acogedor. Su amigo tenía la misma sonrisa traviesa de siempre, y al verlo, TN no pudo evitar reír.
—¡Hermanito! —exclamó Spreen, abrazando a TN con fuerza. —No puedo creer que estés de vuelta. ¿Cómo te trata España, eh?
—Es un mundo loco, pero estoy disfrutando cada minuto —respondió TN, mientras se sentaban en una mesa en la terraza. —Pero necesitaba un respiro. Extrañaba todo esto.
El bar estaba tranquilo, lo cual era perfecto para una conversación entre amigos que no se veían en meses. Hablaron sobre fútbol, los éxitos de TN en el Real Madrid y las hazañas de Spreen en el mundo del streaming, donde había ganado una enorme popularidad. De hecho, en los últimos meses, Spreen había comenzado a colaborar con algunos de los creadores de contenido más grandes de habla hispana, incluyendo Ibai, Coscu y muchos otros.
—Te tengo que presentar a alguien —dijo Spreen de repente, interrumpiendo la conversación sobre fútbol.
—¿A quién? —preguntó TN, intrigado.
—Una amiga, una cantante... ¡Nicki Nicole!
TN frunció el ceño, tratando de recordar dónde había escuchado ese nombre. Y entonces lo recordó: Nicki Nicole, la cantante de trap y pop que había surgido como un fenómeno en Argentina y que estaba rompiéndola a nivel internacional.
—¿En serio? —preguntó, sorprendido. —¿Cómo es que conoces a Nicki Nicole?
—Amigo, es un mundo pequeño. Ella es fan de mis streams, y terminamos hablando un día. Y bueno, ella es muy buena onda. Además, es de Rosario como yo, así que teníamos que conectarnos —dijo Spreen, sonriendo con picardía. —Deberías conocerla. De hecho, va a venir con nosotros esta noche.
El corazón de TN dio un pequeño brinco. No era habitual que alguien tan conocido como él se pusiera nervioso al conocer a una celebridad, pero había algo en la idea de conocer a Nicki Nicole que lo hacía sentir ansioso. Tal vez era la energía con la que Spreen hablaba de ella, o tal vez simplemente porque él mismo había escuchado varias de sus canciones mientras entrenaba en el gimnasio del Madrid.
—Vamos, no me pongas esa cara —dijo Spreen, notando su expresión. —Es súper buena onda, te va a caer bien.
Un rato después, mientras seguían charlando, Spreen recibió un mensaje en su teléfono y sonrió.
—Ahí está, está llegando.
TN intentó calmar sus nervios mientras Spreen se levantaba de la mesa para saludarla. Y entonces la vio: Nicki Nicole, con su característico cabello oscuro y su estilo único. Llevaba una chaqueta oversize, unos jeans rotos y unas zapatillas que completaban su look casual pero elegante. Cuando entró al bar, los ojos de TN no pudieron evitar seguirla. Había algo magnético en su presencia.