TN estaba relajado en su apartamento de Buenos Aires, terminando de ver un resumen del partido amistoso que había jugado para River Plate días atrás. A pesar de estar completamente centrado en su carrera con el Real Madrid, volver a Argentina siempre le despertaba un sentimiento nostálgico. Sentía que estar en su país le daba una energía diferente, algo que lo conectaba a sus raíces.
De repente, su teléfono vibró. Era un mensaje de Nicki Nicole, y su corazón dio un pequeño vuelco. Desde la noche en el bar, habían intercambiado mensajes casi todos los días. Habían quedado varias veces junto con Spreen, pero el vínculo entre TN y Nicki se hacía más fuerte cada vez. El mensaje de Nicki decía:
Nicki Nicole: Hey! Esta noche hay una fiesta en la casa de Duki, ¿te animás a venir? Va a estar buena. Invité también a Spreen, ¡no podés faltar!
TN sonrió. El ambiente relajado de las fiestas en Buenos Aires siempre le atraía, y con el círculo de amigos de Nicki, sabía que la noche prometía. Además, la idea de pasar más tiempo con ella lo emocionaba.
TN: De una, ¿a qué hora es?
Nicki Nicole: A las 11, venite con Spreen y nos vemos ahí. ¡Va a estar lleno de amigos!
TN se preparó y poco después salió en dirección a la casa de Spreen para recogerlo. Mientras conducían, Spreen no dejaba de hablar sobre lo emocionado que estaba por la fiesta. TN, por su parte, estaba más tranquilo, pero su mente no podía evitar divagar hacia Nicki. Había algo en ella que lo atraía de una manera que no podía explicar del todo.
—¿Qué onda vos con Nicki? —preguntó Spreen de repente, rompiendo el silencio en el auto.
TN rió nerviosamente, tratando de desviar el tema.
—Nah, nos llevamos bien. Es una persona increíble, pero ya sabés cómo son las cosas —dijo, aunque en su interior sentía que había más entre ellos.
—Mmm, no sé. Yo veo cosas, bro —dijo Spreen, con una sonrisa traviesa. TN decidió no seguir la conversación, pero no podía evitar pensar en lo que había dicho su amigo.
Llegaron a la casa de Duki poco antes de la medianoche. El lugar estaba iluminado con luces de colores, y la música de trap y reggaetón llenaba el aire. La energía en la fiesta era contagiosa, con muchos rostros conocidos del mundo del espectáculo y la música argentina. TN reconoció a varias celebridades, como Duki, Khea, Cazzu y, por supuesto, Nicki Nicole, quien estaba en el centro de todo, hablando y riendo con sus amigos.
Cuando Nicki vio a TN y Spreen entrar, les hizo señas desde el otro lado de la sala.
—¡Chicos! —gritó, acercándose a ellos con una gran sonrisa en el rostro. Nicki llevaba un vestido negro ajustado que resaltaba su figura, pero lo que realmente capturó la atención de TN fue su energía. Parecía brillar en medio de la multitud.
—¿Cómo estás? —preguntó TN, dándole un abrazo que duró un poco más de lo habitual.
—Estoy genial, ¡me alegra que vinieran! —dijo Nicki, mirándolo con una chispa en los ojos.
Durante la primera parte de la noche, TN, Spreen y Nicki estuvieron juntos, riendo y charlando. La química entre ellos era evidente, y aunque Spreen era el alma de la fiesta, TN y Nicki parecían perderse el uno en el otro en algunos momentos. Sin embargo, mientras la noche avanzaba, TN notó algo extraño. Peso Pluma, el famoso cantante mexicano y en ese momento pareja de Nicki, también estaba en la fiesta. Al principio todo parecía bien entre ellos, pero TN no pudo evitar notar que algo no estaba del todo bien.
Peso Pluma había estado cerca de Nicki al principio, pero luego se alejó para hablar con otras personas. En un momento, TN lo vio en una esquina de la sala, coqueteando descaradamente con una chica que claramente no era Nicki. Ella era alta, rubia y tenía una presencia llamativa. Estaban hablando demasiado cerca, sus cuerpos casi tocándose.
—Esto no se mira bien —murmuró TN para sí mismo, con una sensación extraña en el estómago.
En ese mismo momento, Nicki se dio cuenta de lo que estaba pasando. Desde donde estaba, vio cómo Peso Pluma acariciaba la espalda de la chica rubia, y una expresión de dolor cruzó su rostro. TN pudo ver cómo la energía de Nicki cambiaba de repente. Su sonrisa se desvaneció, y sus ojos brillaron con tristeza. Sin decir una palabra, Nicki dejó su copa en una mesa cercana y se dirigió hacia la parte trasera de la casa, saliendo del bullicio de la fiesta.
TN la siguió con la mirada, preocupado. Sabía que algo no estaba bien, y su instinto le dijo que debía ir tras ella. Sin pensarlo dos veces, se disculpó con Spreen y se dirigió hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones. Encontró la puerta de una de ellas entreabierta, y detrás escuchó un suave sollozo.
TN empujó la puerta con delicadeza y encontró a Nicki sentada en el borde de la cama, con la cabeza entre las manos. El brillo alegre de su mirada se había desvanecido, reemplazado por la angustia.
—Nicki... —dijo TN en voz baja, acercándose.
Ella levantó la mirada, con lágrimas en los ojos, y trató de sonreír.
—Perdón, no quería arruinarte la noche —dijo, con la voz quebrada. —Es solo que... ya no puedo fingir más.
TN se sentó a su lado, sin saber exactamente qué decir. Sabía que en ese momento no había palabras que pudieran arreglar lo que ella estaba sintiendo. Lo único que podía hacer era estar ahí para ella.
—No tenés que pedir perdón por nada. Él es el que está arruinando las cosas, no vos —dijo TN, tomando su mano con delicadeza.
Nicki dejó escapar un suspiro, y por un momento, simplemente se quedaron en silencio. La energía entre ellos era intensa, como si el dolor de Nicki hubiera creado una conexión más profunda entre ambos.
—Siempre creí que lo nuestro era real, ¿sabés? —dijo Nicki, mirando al suelo. —Pero cada vez me doy más cuenta de que solo era una ilusión. Él... me ha estado engañando todo este tiempo.
TN sintió una punzada de rabia hacia Peso Pluma. No podía entender cómo alguien podía traicionar a una persona como Nicki.
—Él no te merece —dijo TN, mirándola con seriedad.
Nicki levantó la mirada, encontrando los ojos de TN. Había algo en su mirada, algo que iba más allá del dolor. Era como si, en ese momento, ambos se entendieran de una manera en que nadie más lo hacía.
—Gracias por estar aquí —murmuró ella, su voz apenas un susurro.
TN sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo. Sin pensarlo, acercó su mano hacia el rostro de Nicki y le acarició la mejilla con ternura. Los ojos de ella se cerraron por un segundo, y cuando los abrió de nuevo, sus miradas se encontraron de una manera que lo dijo todo. En ese momento, no había necesidad de palabras.
Sus rostros se acercaron lentamente, como si el tiempo se detuviera. El corazón de TN latía con fuerza en su pecho, pero no podía detener lo que estaba a punto de suceder. Y entonces, sus labios se encontraron. El beso fue suave al principio, lleno de vulnerabilidad y emoción contenida. Pero pronto, la pasión entre ellos explotó, y el beso se volvió más profundo, más intenso.
TN la tomó con firmeza, y Nicki se aferró a él como si fuera su ancla en medio de la tormenta. Era como si en ese beso estuvieran compartiendo todas las emociones que no habían podido expresar hasta ese momento.
Cuando finalmente se separaron, ambos se quedaron en silencio, respirando con dificultad. Había una energía palpable entre ellos, algo que ninguno de los dos podía negar.
—Esto... —comenzó a decir Nicki, pero TN la interrumpió, poniendo un dedo sobre sus labios.
—No hace falta que digas nada. Estoy aquí para vos, pase lo que pase —dijo TN, mirándola con una intensidad que la hizo estremecer.
Nicki lo miró con una mezcla de agradecimiento y deseo, y por un momento, todo lo demás desapareció. Lo único que importaba era lo que sentían en ese instante, en esa habitación.
Era el comienzo de algo nuevo, algo que los cambiaría para siempre.
